El reciente arribo de 4,600 cabezas de ganado proveniente de Nicaragua a la planta procesadora de SuKarne en Tlahualilo, Durango, ha generado inquietud entre ganaderos de la región, debido a la posible presencia del gusano barrenador del ganado (GBG), una plaga que ha generado restricciones comerciales con Estados Unidos.
Rogelio Soto Ochoa, titular de la Unión Ganadera Regional, señaló que la importación se realizó con autorización del Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica), cumpliendo todos los requisitos zoosanitarios federales.
El embarque llegó por el puerto de Mazatlán y fue trasladado por tierra hasta Durango. Se trata de animales en fase final de engorda, destinados exclusivamente al sacrificio en una planta Tipo Inspección Federal (TIF), sin contacto con otros hatos ni posibilidad de reproducción. Los protocolos incluyeron inspecciones sanitarias, pruebas negativas de enfermedades y tratamientos preventivos contra plagas.
Pese a estas garantías, Soto Ochoa señaló que la preocupación por la llegada de ganado de Nicaragua persiste por el contexto en el que se realizó la importación, justo cuando se reanudaron exportaciones de ganado mexicano hacia Estados Unidos por el puerto de Douglas, Arizona. El Comité Estatal, dijo, no tiene facultad para autorizar estas entradas, pero sí levantó un acta de amonestación por la falta de permiso estatal de internación en el punto de llegada.
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