En una apuesta sin precedentes por la accesibilidad cultural, el Museo Victoria and Albert (V&A) de Londres acaba de inaugurar un espacio interactivo que transforma por completo la relación entre el público y las colecciones tradicionales: el Storehouse, un almacén-museo donde los visitantes pueden ver, explorar y, en algunos casos, incluso tocar miles de objetos históricos y artísticos, muchos de ellos nunca antes expuestos.
Ubicado en el este de la capital británica, en el sitio donde se celebraron los Juegos Olímpicos de 2012, este nuevo recinto ofrece acceso gratuito los siete días de la semana a más de 250,000 piezas —una quinta parte de toda la colección del V&A—, distribuidas en cuatro niveles que evocan más un centro logístico que una galería tradicional.
TOCAR EL PASADO CON GUANTES BLANCOS
“¡Es fantástico! Mucho mejor que un museo ordinario”, exclama Jane Bailey, profesora jubilada de Física, mientras observa emocionada la batería de Keith Moon, legendario miembro de The Who. El instrumento, resguardado en una estructura metálica pero sin vitrinas, parece listo para ser tocado.
Aquí, los visitantes no solo observan a distancia: pueden reservar piezas en línea, y una vez autorizadas, el museo las pone a disposición para ser examinadas con guantes especiales. Todo ocurre bajo la vigilancia del personal del V&A, garantizando el respeto por los objetos sin sacrificar la cercanía.
Esta propuesta inédita representa una nueva forma de entender la relación con el patrimonio material, según explica Georgia Haseldine, una de las conservadoras del museo. “Nuestra colección pertenece a todos, y todos deben poder acceder a ella libremente”, afirma, calificando el proyecto como “una primicia mundial”.

MÁS ALLÁ DEL ESCAPARATE: UNA COLECCIÓN VIVA
El Storehouse es mucho más que un depósito abierto. Aquí se encuentra, por ejemplo, Le train bleu, un monumental telón de doce metros pintado a partir de un cuadro de Picasso para un ballet del mismo nombre, pieza que prácticamente nunca había sido exhibida al público.
Sin vitrinas protectoras ni etiquetas saturadas de texto, el recorrido invita a la exploración intuitiva. Códigos QR colocados estratégicamente permiten al visitante acceder a información detallada desde su celular, transformando la visita en una experiencia interactiva y personalizada.
“Puedes ver un objeto que no conocías hace cinco minutos, pero que llamó tu atención, y de repente quieres saber más. Es maravilloso”, comenta Bailey.
UN CAMBIO DE PARADIGMA EN LA MUSEOGRAFÍA
Para la historiadora Kate Hill, experta en la historia de los museos en la Universidad de Lincoln, este modelo rompe con la pasividad habitual del visitante de museo. “Abrir el depósito convierte al visitante en actor, no solo en receptor de conocimiento”, explica.
Hill destaca que, si bien algunos grandes museos del mundo han comenzado a ofrecer visitas a sus depósitos, estas suelen ser limitadas y restringidas a recorridos cuidadosamente guiados. “Son visibles, pero inaccesibles”, resume Haseldine. En cambio, en el Storehouse, la experiencia es libre, directa y participativa.
ACCESIBILIDAD, INCLUSIÓN Y EDUCACIÓN
Con esta propuesta, el V&A busca atraer a nuevas audiencias, especialmente jóvenes y personas que no se sienten cómodas en entornos museísticos tradicionales. “Hubo temores iniciales en el equipo sobre posibles daños a las piezas”, reconoce Haseldine, “pero una vez que se entendió el objetivo de abrirnos al futuro, esas preocupaciones desaparecieron”.
El Storehouse representa una respuesta contemporánea a la necesidad de democratizar el acceso al arte y la historia, poniendo al alcance del público general no solo la observación, sino el análisis y la conexión emocional con los objetos.
Mientras museos de todo el mundo exploran cómo ser más accesibles en la era digital, el Victoria and Albert apuesta por una revolución física y tangible, donde el pasado no solo se ve, sino que también se toca —literalmente—. Una propuesta que no solo transforma la museografía, sino que acerca el conocimiento a la gente, desde la curiosidad más espontánea hasta el estudio más especializado. N
(Con información de AFP)