James Cameron, Paul McCartney, Pamela Anderson y Natalie Portman son algunas de las celebridades que siguen una dieta vegetariana. En la mayoría de los casos, también se han manifestado en contra de las prácticas crueles asociadas con la ganadería intensiva.
Aunque no necesariamente se vincula el ser vegetariano con un rasgo específico de personalidad, un nuevo estudio plantea que las personas que siguen este tipo de alimentación podrían dar menos importancia a ciertos valores (como cuidar a sus seres queridos y adaptarse a las normas sociales), en comparación con quienes consumen carne.
El artículo, publicado en la revista PLOS ONE por el profesor de psicología John Nezlek, del College of William and Mary en Virginia, se basa en un metaanálisis de tres investigaciones previas realizadas en Estados Unidos y Polonia. Su objetivo fue examinar cómo varían los valores fundamentales entre vegetarianos y no vegetarianos.
“Los resultados actuales sugieren que los vegetarianos poseen valores alineados con los de una minoría social, y que están más dispuestos a defender sus principios”, apuntó Nezlek.
Para llegar a esta conclusión, el académico analizó tres estudios anteriores que involucraron sujetos adultos: uno en Estados Unidos, donde se muestreó en exceso a los vegetarianos (514 vegetarianos frente a 540 carnívoros); y dos en Polonia (68 vegetarianos y 1,943 carnívoros).
Sus respuestas fueron valoradas en función del Cuestionario de Valores de Retrato de Schwartz, que mide 10 valores humanos básicos, como la benevolencia (cuidar de amigos y familiares), la seguridad (buscar protección y estabilidad) y la autodirección (valorar la independencia).
LAS ASPIRACIONES DE LOS VEGETARIANOS
Los participantes en el estudio estadounidense completaron el Cuestionario de Valores de Retrato Revisado (PVQ-RR) de 57 ítems para evaluar el modelo de valores humanos básicos de Schwartz, mientras que los encuestados en ambas muestras polacas completaron el PVQ más corto, de 21 ítems.
En cada versión, los participantes se compararon con una persona específica de su género, descrita en términos de diversas aspiraciones y objetivos; por ejemplo: “Para ella es importante pensar en nuevas ideas y ser creativa; le gusta hacer las cosas a su manera original” o “Para él es importante tener mucho éxito; le gusta impresionar a otras personas”.
Estas formulaciones de género tienen por objeto fortalecer la capacidad de los encuestados para relacionarse con la cifra de comparación. En todos los estudios, los participantes calificaron cada elemento en la escala estándar de seis puntos: uno= no se parece a mí en absoluto, dos= no se parece a mí, tres= se parece un poco a mí, cuatro= se parece moderadamente a mí, cinco= se parece a mí y seis= se parece mucho a mí.
HALLAZGOS CLAVE
Menor benevolencia: en las tres muestras los vegetarianos calificaron la benevolencia (preocupación por sus allegados) significativamente menor que los carnívoros. Esto sugiere que, en promedio, los vegetarianos dan menos importancia a cultivar las relaciones personales que los no vegetarianos.
Menor seguridad y conformidad: los vegetarianos también obtuvieron puntuaciones más bajas en seguridad (valoración de la seguridad y la armonía) y conformidad (seguimiento de las normas sociales).
Mayor estimulación, logro y poder: aquellos que evitan la carne valoran valores como la estimulación (búsqueda de emoción), el logro (éxito personal) y el poder (control sobre los recursos) más que los carnívoros.
¿POR QUÉ ESTO IMPORTA?
Estos hallazgos desafían la percepción común de que los vegetarianos son uniformemente más “benevolentes” u orientados a la comunidad. En cambio, los datos indican que adoptar una dieta vegetariana puede reflejar una voluntad más amplia de romper con la tradición y afirmar la independencia personal, quizás incluso de buscar poder o logros en formas no tradicionales.
Sin embargo, el estudio se centró en dos países occidentales y aún se desconoce si estos patrones se mantienen en otros continentes. Nezlek sostiene que elegir una dieta minoritaria es un acto deliberado de individualismo.
“Los resultados actuales sugieren que, si bien los vegetarianos pueden ser más sensibles al dolor y al sufrimiento de los animales y más conscientes de las amenazas al medioambiente que los no vegetarianos, esta sensibilidad y conciencia no reflejan el valor humano básico de la benevolencia”, dilucidó. N
(Publicado en cooperación con Newsweek. Published in cooperation with Newsweek)