En el marco del Día Mundial del Agua, la Universidad Panamericana campus Aguascalientes reflexiona sobre uno de los temas más urgentes a nivel nacional: la crisis hídrica. Para abordar esta problemática desde una perspectiva técnica y educativa, el Dr. Isaí Gerardo Reyes Cedeño, director de posgrados y ex jefe de academia de Ingeniería Civil y Administración (ICA), compartió su visión sobre los desafíos que enfrenta México en materia de infraestructura hídrica y gestión del agua.
Sobreexplotación de acuíferos: el problema más grave
“La causa más fuerte de la crisis del agua en México, sobre todo en regiones como el centro y norte del país, es la sobreexplotación de acuíferos”, afirmó el Dr. Reyes Cedeño. Explicó que este fenómeno se produce cuando “se está extrayendo más agua de la que naturalmente se recarga al acuífero, a través de un proceso natural de infiltración”.
Además, advirtió que la profundidad a la que se extrae el agua es cada vez mayor: “En Aguascalientes, por ejemplo, ya estamos extrayendo agua a 150 o hasta 180 metros de profundidad, lo que afecta la calidad del recurso. En esos niveles, el agua ya presenta contenido de arsénico, flúor y metales pesados, lo que implica tratamientos más especializados y costosos”.
Contaminación y recarga deficiente del sistema
A esta problemática se suma la contaminación de cuerpos de agua superficiales. “Los sistemas de escorrentía o drenaje pluvial están contaminando nuestros ríos, lagos y arroyos, que son precisamente los afluentes que conectan con los acuíferos. Si no eficientamos nuestras plantas de tratamiento y controlamos las descargas clandestinas, vamos a terminar contaminando de manera indirecta nuestros acuíferos también”, explicó.
Infraestructura urbana y pérdida del ciclo hidrológico
El crecimiento poblacional y la urbanización también juegan un papel importante. “Aquí en Aguascalientes estamos empezando a ver un desarrollo urbano más vertical, con torres departamentales, por el cambio de uso de suelo. El problema es que cuando pavimentas una zona que antes era pastizal, modificas el ciclo del agua. Esa agua que antes se infiltraba ya no lo hace, y si no tienes un buen sistema de alcantarillado pluvial, estás provocando un problema mayor”.
Además, agregó que “la infraestructura existente es insuficiente y muchas veces no se le da el mantenimiento adecuado. Varios gobiernos estatales ya están apostando por el tema hídrico, pero todavía falta inversión y políticas públicas más eficaces y con seguimiento real”.
Alternativas tecnológicas y nuevas fuentes de abastecimiento
Desde el ámbito técnico, el Dr. Isaí señaló que actualmente el sistema tradicional de abastecimiento se basa en la extracción de pozos, distribución a través de redes hidráulicas y tomas domiciliarias. Sin embargo, el gobierno del estado está explorando otras opciones: “Se está pensando en utilizar yacimientos superficiales o embalses de gran volumen, que puedan canalizarse hacia plantas de tratamiento y de ahí al uso doméstico o industrial. El reto es que dependemos de la temporada de lluvias para llenar esos embalses”.
También mencionó proyectos relacionados con la recarga artificial de acuíferos: “Hay estudios que exploran reinyectar agua tratada al acuífero, como se hace en Europa, donde el tratamiento de aguas es muy sofisticado. Aquí en México todavía nos falta infraestructura para alcanzar ese nivel, pero ya se están evaluando opciones”.
Otro caso relevante es en Pabellón de Arteaga, donde se está haciendo una inversión considerable para eficientar el uso del agua tratada en el riego agrícola. “Mucha gente cree que la industria es la que más consume agua, pero en realidad el 70 a 80% del agua se utiliza en la agricultura”, enfatizó.
Educación y cultura del agua: la base del cambio
Para el Dr. Reyes, cualquier solución a largo plazo debe comenzar desde la formación educativa. “La causa raíz está en la educación y la concientización. Necesitamos campañas de uso racional del agua y fomentar estas prácticas en todos los niveles, desde educación básica hasta universidades”.
Señaló que incluso pequeñas decisiones en la infraestructura cotidiana pueden marcar la diferencia: “Muchas empresas ya están instalando mingitorios secos o grifería con sensores, que reducen el desperdicio de agua. Esas soluciones también deben incorporarse en espacios públicos y escuelas”.
Desde la Universidad Panamericana, mencionó que los estudiantes de ICA llevan varios años participando en concursos nacionales con soluciones innovadoras. “El año pasado nuestros alumnos obtuvieron el segundo lugar nacional en la Asociación Mexicana de Hidráulica, con una maqueta de sistema hidropónico vertical que recircula toda el agua sin desperdicio. Eso es parte de lo que fomentamos: definir un problema y buscar soluciones desde la formación técnica”.
La apuesta académica de la UP en temas hidráulicos
La carrera de Ingeniería Civil y Administración tiene un fuerte componente hidráulico. “Nuestros alumnos cursan materias como Fundamentos de Hidráulica, Agua Potable y Alcantarillado, Hidrología, Hidráulica de Canales y Aprovechamientos Superficiales, donde aprenden tanto el diseño técnico como el contexto social y económico de los sistemas de agua”, explicó.
También enfatizó que en temas hídricos, la inversión y la evaluación costo-beneficio son clave: “No puede haber red de alcantarillado sanitario si no hay sistema de agua potable, y viceversa. Todo está conectado, y por eso es tan importante la planificación técnica con visión a largo plazo”.
Finalmente, el especialista concluyó subrayando que la colaboración entre gobierno, academia, industria y sociedad civil es indispensable para atender esta crisis. “No nos queda de otra. Tenemos que buscar nuevas fuentes de abastecimiento, optimizar las existentes, invertir en infraestructura y educar con urgencia. De eso depende que podamos garantizar un buen sistema para las futuras generaciones”.