Con un legado de 27 años en Broadway, una historia de éxito global y un montaje que ha cautivado a millones, El Rey León, el musical regresa a México para una magistral puesta en escena. Este año destaca el talento del director de orquesta mexicano, Isaac Saúl, quien ya había participado en la obra durante el 2015 y posee una extensa carrera dentro de la industria en proyectos como: Wicked, Los Miserables y Chicago.
Para explicar su camino hasta Broadway, el director resalta el duro trabajo que ha realizado en los últimos 30 años y la disposición que tuvo para cambiar la línea que, en un principio, había pensado para su vida. Aunque la música clásica fue el sueño inicial para Isaac Saúl, el teatro se presentó como una oportunidad que, al cabo del tiempo, lo atrapó y fascinó.
“Estudié composición y piano y de pronto empecé a trabajar como pianista en una obra de teatro hace 30 años. Después me hablaron para tocar en otra obra y después para dirigir en otra; entonces fue como creándose la necesidad de que me convirtiera en director. Pero no es algo que yo soñara al principio, sino que pasó”, comenta el compositor en entrevista con Newsweek en Español.
Si bien la música es la materia prima de cualquier compositor, los diferentes géneros y posibilidades son vastos y distintivos entre sí, por lo que la experiencia del teatro musical es única, tanto para el público como para los músicos.
“Para empezar, es una música distinta y que viene de otra tradición. Y el teatro, sobre todo, se trata de mucha repetición. Se trata de repetir lo mismo cada noche y a veces no todos los músicos tienen temperamento como para ese tipo de trabajo. A muchos músicos les puede cansar o pueden no encontrarle el gusto de estar tocando lo mismo. Sin embargo, a mí me parece fascinante y encuentro algo nuevo siempre en cada noche”, añade.
Como un ejemplo de la repetición, el directo recuerda que durante el 2015 se hicieron casi 1,000 funciones durante los tres años en los que El Rey León recorrió diferentes ciudades del mundo. Además, destaca que, musicalmente, esta puesta tiene elementos que son muy especiales y únicos, como la influencia africana y la importancia cultural.
LA IMPORTANCIA DE LOS MIEMBROS SUDAFRICANOS EN “EL REY LEÓN, EL MUSICAL”
“Una gran parte de la música proviene de las músicas africanas. Uno de los compositores del show es el sudafricano Lebo M (Lebohang Morake), quien escribió muchos de los arreglos vocales y de las canciones. Entonces, viene de una tradición étnica de África y, particularmente, de Sudáfrica. Por eso es que, en cada compañía de ‘El Rey León’ en el mundo, es requisito que haya por lo menos siete sudafricanos en el elenco”.
En esta ocasión, señala Issac Saúl, la obra cuenta con ocho miembros sudafricanos que cantan en sus idiomas. Ante la riqueza lingüística de Sudáfrica que abarca 11 idiomas oficiales, el director resalta que, la música del El Rey León es una mezcla de muchos de estos idiomas y cuentan una historia, no son palabras aleatorias.
“Por ejemplo, la gente en México va a sentarse a ver el show y no va a entender lo que dicen. Sin embargo, va a sentir de qué se está hablando al ver el contexto y la imagen. Eso ya supone una condición especial para el director musical, porque tengo que aprender a pronunciar algunas palabras para poder enseñarlas al elenco a cantarlas. Y hay sonidos que no existen en español y tengo que tronar la boca para buscarlos”, pormenoriza.

Si bien el El Rey León fue compuesto hace 25 años y la música es la misma, el director aclara que durante el proceso de creación de la obra se probaron diferentes canciones; se descartó lo que no servía, se compuso música nueva y se involucró a un equipo muy grande de músicos en la creación de la obra, entre arreglistas, compositores y orquestadores.
En parte, gracias a la participación de Hans Zimmer, la música de El Rey León posee una cualidad profundamente cinematográfica, según Isaac Saúl. La banda sonora no solo acompaña las escenas, sino que también crea una atmósfera envolvente, donde incluso el sonido de fondo en los diálogos refuerza la experiencia visual. Este enfoque conceptual logra un impacto poderoso en el público.
“Es una obra muy impactante en muchos niveles, visualmente la obra es deslumbrante. Con solo ver el primer número ya valió la pena tu boleto. Es uno de los openings (aperturas) más importantes de la historia del teatro musical; es espectacular”, afirma el director.
“ES UN TRABAJO MUY MINUCIOSO”
Y agrega a la conversación con este medio: “Y luego la historia es universal. Si bien hay partes que se cantan en otros idiomas, uno va entendiendo perfectamente lo que dicen. La mayor parte del show está en español, entonces todo el mundo va a entender la historia, que es un poco la historia de Hamlet y un poco una historia universal de traición, de redención y de renacimiento”.
Sobre el trabajo detrás del telón, Isaac Saúl puntualiza cómo fueron los ensayos orquestales, en donde los músicos trabajando por separado. Durante aproximadamente una semana, la orquesta ensaya unas seis horas diarias para afinar cada detalle. Una vez concluida esta etapa, se integra con el elenco para coordinar la interpretación conjunta. A lo largo de todo el proceso, el director mantiene una presencia constante, guiando cada ensayo.
“Es un trabajo muy minucioso. Existen las partituras, por supuesto, entonces te dan un guion musical, lo lees, te cifras las notas y el ritmo, y cada músico las toca. A mí me toca conjuntarlos, darles dirección y sentido; indicar que esta parte va más suave porque estamos en una escena que es de tal forma, o de pronto es una escena mucho más enérgica porque es la estampida donde se muere Mufasa. En fin, mi papel es ir viendo lo fino, lo emotivo, lo que provoca la música”, describe como si tuviera el acto frente a él.

“EL REY LEÓN, EL MUSICAL” Y EL FUTURO DEL TEATRO
Al apelar a lo emotivo a través de canciones, coros (con voz o instrumentales) y danzas, que se cohesionan para contar historias, el teatro musical es un arte invaluable para explorar y comprender la complejidad de la condición humana, apunta, y brinda un contraste significativo en la sociedad contemporánea, cada vez más vertiginosa e inmediata. Acerca del panorama presente y futuro de este género escénico en la sociedad contemporánea, Isaac Saúl resalta la complejidad y extensión del tema que bastaría para escribir un libro.
“Yo no soy muy optimista. Creo que desafortunadamente cada vez va siendo más pequeño el nicho, el grupo de personas que están interesadas en el teatro. Y creo que sí estamos un poco perdidos en otros asuntos, no sé muy bien en qué. En lo inmediato, en lo rápido, en aquello que finalmente no nos llevan a ningún lado”, expresa el director.
LA VISIÓN DE ISAAC SAÚL SOBRE LOS JÓVENES COMPOSITORES EN MÉXICO
Y añade: “Como yo veo el panorama, yo esperaría que lleguemos a un extremo tal que tengamos que regresarnos un poco. Que lleguemos a un momento en que nos demos cuenta que nos estamos desconociendo y desconectando de elementos que son importantes, de otro tipo de contenidos que son más enriquecedores, de otro tipo de formas de ver las cosas y de formas de vivir la vida”.
De igual manera, como licenciado en Composición por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y al contar con su extensa trayectoria, es de su interés la perspectiva sobre el país y los compositores mexicanos actuales, principalmente en el terreno de la música contemporánea, la clásica y la contemporánea de concierto.
“Más o menos estoy al tanto de lo que está ocurriendo con los jóvenes compositores en México, y con ellos me siento muy optimista. Creo que hay un talento enorme y que están surgiendo voces realmente interesantes. Están entendiendo el momento y creando música que se conecta de manera más directa y relevante con la gente, lo que probablemente les permitirá reconectar con el público. En cuanto a consejos, no les daría ninguno; más bien, esperaría que ellos fueran quienes me aconsejaran a mí”, concluye Isaac Saúl. N