Miles de mujeres salieron a las calles de los municipios de León, Irapuato, Celaya, Guanajuato capital, San Miguel de Allende y otros para pedir una vida libre de violencia feminicida, acoso sexual e impunidad.
Con las consignas “no más violencia”, “mamá, hoy voy a gritar lo que a ti te hacen callar”, “Guanajuato feminicidio”, “si te ofender esta lucha claramente estas haciendo algo mal”, “no es piropo es acoso”, “si miras con nuestros ojos, gritaría igual”.
Las buscadoras, así como madres con infancias y familias de víctimas de feminicidio salieron a marchar y exigir a la autoridad a que actúe ante las violencias contra las mujeres.
Guanajuato ocupa el primer lugar de asesinatos de mujeres en el país. Tan sólo en 2024 se cometieron un total de 366 homicidios dolosos contra mujeres en la entidad, pero sólo 15 fueron investigados como feminicidio.
Esta tendencia feminicida no cambio, pues enero cerró con 31 asesinato. Aún cuando el 26 de septiembre la Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia Contra las Mujeres (Conavim) declaró la Alerta por Violencia de Género en Guanajuato.
En distintos municipios colocaron pancartas con las caras de acosadora y deudores alimentarios.
En León, al final de la marcha una joven leyó un pronunciamiento para pedir los mínimos a la autoridad.
“Nos unimos en las calles de León con una voz firme y colectiva. Marchamos por justicia, por memoria y por un futuro donde ser mujer no implique miedo ni opresión. En esta ciudad, como en todo México, exigimos que nuestras demandas sean escuchadas y atendidas con acciones reales, no sólo con discursos vacíos.
“Debemos pensar en comunidad, pues el Estado ya nos ha demostrado muchas veces su favoritismo hacia empresarios y el capital, no hacia nosotras. Mientras nos reprimen por exigir justicia, destinan recursos a proteger sus intereses”
“Nosotras seguimos aquí, organizándonos, porque sabemos que la lucha es constante y que sólo juntas podemos hacer que nuestras voces sean escuchadas”
“Jamás olvidaremos las que nos faltan. No perdonamos la impunidad. Seguiremos luchando hasta que la equidad y la seguridad sean una realidad para todas. Nuestra rabia es legítima, nuestra esperanza es inquebrantable y nuestra resistencia es eterna.”
“¡No es desfile, es protesta! No celebramos, conmemoramos”
Afirmaron que”el feminismo no debe limitarse a conmemorarse un día al año, no sólo es tomar el espacio público cada 8M, es incidir todo el año en pro de nuestros derechos para acceder a una vida libre de violencia, que el Estado busque la justicia ante feminicidios, violencias, discriminación y represión policial con perspectiva interseccional”
Entre las exigencias, se mencionó:
Legitimar y asegurar la libre manifestación sin represión alguna del Estado.
Aprobar la antimonumenta, pues la ciudad de León carece de representación de las mujeres en el espacio público.
Congruencia entre las leyes y quienes las ejercen; de nada sirve que existan leyes si no se hacen valer.
“Que las promesas gubernamentales se cumplan de manera efectiva y organizada, sin más simulaciones ni burlas hacia las mujeres que necesitan apoyo. La tarjeta rosa es un ejemplo de la falta de compromiso y acción real para abordar las necesidades de las mujeres. Es hora de que se tomen medidas concretas y se cumplan las promesas basadas en datos reales y no desde el privilegio”
Demandas específicas:
1. Legislar para que los delitos sexuales no prescriban tras determinada cantidad de tiempo.
2. Creación de un registro de delincuentes sexuales, que incluya sus datos personales, así como el seguimiento de su residencia y sitio de trabajo.
3. Cese de ejercicio profesional y retiro de cédula en el caso de delincuentes sexuales que cuenten con grados a partir de licenciatura o técnicos.
4. Acceso al aborto legal y seguro. La despenalización del aborto en Guanajuato sigue siendo una cuenta pendiente. Las mujeres deben tener el derecho a decidir sobre sus cuerpos sin criminalización ni riesgos para su salud.
5. Seguridad para las madres buscadoras. Su labor no debería significar una sentencia de muerte. El Estado debe garantizar su protección y acceso a la justicia.
6. Paridad de género en las instituciones, no solo en número, sino con espacios libres de violencia. Exigimos que se implementen y garanticen protocolos efectivos de hostigamiento y acoso laboral y sexual.
7. Las demandas y luchas de las madres dentro del movimiento feminista, reconocen la maternidad como una experiencia atravesada por desigualdades estructurales y la falta de políticas de cuidado justas.
Además exigieron
– Cuidado compartido y corresponsabilidad. Exigir políticas públicas que reconozcan y redistribuyan las tareas de cuidado, incluyendo licencias de maternidad y paternidad equitativas, guarderías accesibles y jornadas laborales flexibles.
– Autonomía económica para madres con el acceso a empleos dignos con horarios compatibles con la crianza. Apoyo a mujeres emprendedoras y acceso a créditos sin discriminación por maternidad.
– Atención de calidad antes, durante y después del parto. Acceso universal a anticonceptivos, aborto seguro y educación sexual integral para una salud materna y derechos sexuales y reproductivos.
– No más violencia obstétrica y maternidades impuestas, se debe visibilizar la violencia institucional en el embarazo, parto y posparto. Se defiende a la maternidad como una elección, no una imposición social.
– Redes de apoyo y comunidades de crianza para fomentar espacios seguros que brinden acompañamiento emocional y recursos. Garantizar protección a madres en situación de violencia de género.
Al final, decenas de mujeres se subieron al tapanco para denunciar a acosadores y violentadores.