Las manchas de vino tinto son difíciles de eliminar debido a su composición química y cómo interactúa con los tejidos. Sin embargo, una experta en limpieza compartió en redes un método eficaz y sencillo para retirar esas molestas manchas tanto en prendas blancas como de color.
En un video de Instagram, la usuaria Begoña Pérez, conocida en redes sociales como La Ordenatriz, explica que, si el derrame de vino ocurre al momento, lo ideal es aplicar refresco o vino blanco para neutralizar la mancha seguido de un lavado común de agua y jabón. Pero si la mancha ya está seca, el percarbonato de sodio es el aliado perfecto en este caso.
Para tratar una mancha seca de vino, Begoña recomienda llenar un recipiente con agua tibia y añadir dos cucharadas de percarbonato de sodio. “Es importante disolver bien el producto antes de sumergir la prenda para evitar daños en los tejidos, especialmente en los de color”, agrega.
La prenda debe sumergirse por la parte de la mancha durante 30 minutos, tal y como detalla. Es fundamental no exceder este tiempo para preservar la estabilidad del color en las prendas. Una vez transcurrido el tiempo de remojo, la prenda en cuestión debe lavarse en la lavadora como de costumbre.
“Aunque el método es seguro para ropa de color, es fundamental asegurarse de que la prenda no haya desteñido en lavados anteriores. Si la prenda ha desteñido alguna vez, significa que no es un color estable y, por lo tanto, mejor no utilizar este sistema”, explica en su publicación.
¿CÓMO ELIMINAR MANCHAS DE VINO TINTO DE LAS ALFOMBRAS?
Para las alfombras y sillones el procedimiento es similar. De acuerdo con la experta en limpieza, primero se debe hacer una pasta con el percarbonato y agua, esperar 30 minutos, para después aspirar los residuos.
A tenor del sitio Wine, el vino tinto contiene taninos, presentes también en el té y ciertas frutas, que tienen una fuerte capacidad de fijarse a las fibras textiles, actuando como “tintes naturales”.
Los taninos son compuestos químicos naturales que le aportan al vino su sabor astringente y amargo. Además, el color rojo del vino proviene de las antocianinas, pigmentos presentes en las uvas. De igual manera, al ser una mezcla de agua y alcohol, permite que los pigmentos se absorban rápidamente en las fibras antes de que se evapore el líquido. N
(Con información de Europa Press)