Después de una Segunda Guerra Mundial, la caída del Muro de Berlín, el nacimiento de Stan Lee, una pandemia por covid-19 y muchos otros eventos… Tras un siglo y varios hitos históricos, unos exploradores creen haber encontrado finalmente los restos del montañista británico Andrew “Sandy” Irvine.
El 8 de junio de 1924 Irvine, de 22 años, despareció mientras intentaba conquistar el pico más alto del mundo junto con su compañero George Mallory. Los restos del último se localizaron en 1999 en la cara norte del Everest, pero el paradero de Irvine fue desconocido por años hasta hoy.
Un equipo de National Geographic (NatGeo) descubrió un fragmento de un cuerpo humano que podría pertenecer a “Sandy” Irvine: se trata de un pie envuelto en un calcetín y una bota olvidada en el glaciar Central Rongbuk, en la cara norte del Everest, a una altitud inferior a la de los restos de Mallory.
“Los restos parciales, identificados con su nombre cosido en el calcetín, están ahora en la posesión de la Asociación de Montañismo del Tíbet Chino, responsable de los permisos de escalada en la cara norte del Everest”, refiere la revista.
EL PRESUNTO PARADERO DEL ALPINISTA ANDREW IRVINE LLEGA A SU FAMILIA
El descubrimiento se dio a conocer a la Royal Geographical Society, que junto con el Alpine Club organizó la expedición de Mallory e Irvine, la tercera ascensión británica al Everest en ese entonces.
De igual manera se notificó a Julie Summers, de 64 años, sobrina-nieta y biógrafa de Irvine, quien es uno de los varios familiares directos aún vivos. La familia de Irvine también se ofreció a realizar pruebas de ADN para comparar los resultados con los restos y confirmar la identidad del alpinista.
“Cuando alguien desaparece y no hay evidencia de lo que le sucedió, puede ser realmente difícil para las familias. Y el simple hecho de tener información definitiva de dónde podría haber terminado Sandy es ciertamente útil, y también una gran pista para la comunidad de escaladores sobre lo que sucedió”, comentó uno de los integrantes del equito de NatGeo y fotógrafo, Jimmy Chin.
En voz de Summers, el descubrimiento evocó recuerdos de cuando se anunció en 1999 que el alpinista Conrad Anker encontró el cuerpo de Mallory. Esto durante la Expedición de Investigación Mallory e Irvine, cuyo objetivo era esclarecer si la pareja alcanzó la cumbre.
“QUIERO DESALENTAR A LOS CAZADORES DE TROFEOS”
Un análisis de los restos de Mallory mostró marcas profundas de cuerdas que podrían señalar una caída en la que se detuvo por una cuerda enrollada alrededor de su cintura. Esta evidencia llevó a Anker a concluir que Mallory e Irvine estaban unidos en sus últimos momentos.
“Supe de inmediato que había estado atado a su compañero y que había sufrido una caída prolongada”, escribió Anker en The Lost Explorer, libro que coescribió con David Roberts.
En septiembre, varios días antes de encontrar la bota, según Chin, el equipo estaba descendiendo por el glaciar Central Rongbuk cuando encontraron un artefacto diferente que despertó su curiosidad: una botella de oxígeno marcada con la fecha 1933.
Según fuentes oficiales, Irvine provenía de una familia de clase media alta en Cheshire, Inglaterra. Era descrito como un joven atractivo y atlético, remero en Oxford. Sin embargo, frecuentemente ha sido objeto de críticas por su falta de experiencia técnica en montañismo antes de su llegada a la montaña en 1924.
Y ahora Chin se niega a dar más información sobre dónde exactamente encontraron los restos. “Quiero desalentar a los cazadores de trofeos”, dijo. N