La terapia con luz roja proporciona a tu cuerpo el poder rejuvenecedor y restaurador de la luz sin los dañinos rayos UV ni el potencial de alterar el sueño que conllevan las fuentes de luz azul. No solo está demostrando ser segura y eficaz para una variedad de problemas de salud, sino que también ayuda a conseguir una piel saludable libre de acné y disminuye la apariencia de las arrugas.
Investigadores comenzaron a utilizar luz roja para estimular el crecimiento de las células vegetales y la fotosíntesis en el espacio; finalmente descubrieron que también aumentaba la producción de energía en las células humanas.
BENEFICIOS PARA LA SALUD
- Aumento de energía: activa los receptores en las mitocondrias de las células; lo que las hace funcionar de manera más efectiva y eficiente.
- Mejora el flujo sanguíneo: activa la producción de óxido nítrico y garantiza que los tejidos reciban un suministro suficiente de sangre rica en oxígeno y nutrientes.
- Restaura las células: al mejorar la circulación tiene un efecto restaurador a nivel celular.
- Reduce la inflamación: ayuda a mejorar cualquier tipo de dolor muscular y de nervios.
- Mejora la capacidad de recuperación muscular, el estado de ánimo y la cicatrización.
- Combate la caída de cabello, las cicatrices, arrugas y líneas finas.
- Aumenta de la producción de colágeno y de testosterona.
¿QUÉ LONGITUDES DE ONDA DE LUZ ROJA SON LAS MÁS EFECTIVAS?
Investigaciones realizadas durante los últimos 40 años han demostrado que las longitudes de onda entre 625 y 900 nanómetros (nm) son las más efectivas para curar heridas y otras afecciones de la piel. En el extremo inferior de este espectro, 630 y 660 nm tienen la mayor eficacia. Aquí también es donde alcanza su punto máximo la absorción del citocromo c oxidasa, que es uno de los mecanismos clave de la terapia con luz roja.
Se cree que 660 nm es la mejor longitud de onda única para la estimulación de tejido celular humano dañado o anormal. Esto se debe a su compatibilidad con las células del cuerpo.
PRECAUCIONES SUGERIDAS PARA LA TERAPIA CON LUZ ROJA
Como precaución general, nunca debes mirar directamente a un dispositivo de luz roja. No hay evidencia de que la terapia con luz roja sea peligrosa durante el embarazo o la lactancia. Sin embargo, hay pocos o ningún ensayo clínico que demuestre su seguridad.
No emite ningún tipo de radiación ultravioleta, por lo que no hay necesidad de preocuparse por daños o quemaduras en la piel. Afortunadamente, esta forma de tratamiento está disponible para uso en casa. El factor más importante a considerar es la longitud de onda de la luz emitida, debes asegurarte de invertir en un dispositivo que emita luz en el rango de 630-660 nm. N
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Jessica Nasser es licenciada en nutrición clínica, certificada como entrenadora personal por la World Fitness Association y diplomada en nutrición vegetariana. Los puntos de vista de este artículo son responsabilidad de la autora.