La historia de Open English comienza con la frustración de acceder a una educación en inglés efectiva y asequible. “Lo que nos inspiró a lanzar el proyecto fue que sentimos que las opciones para aprender inglés en América Latina eran muy limitadas, costosas y no efectivas,” comparte Andrés Moreno al iniciar nuestra conversación.
El método tradicional para aprender inglés dejaba mucho que desear. “Por ejemplo, si estabas en Ciudad de México y querías aprender inglés, tenías que ir a una escuela física, sentarte en un aula llena de estudiantes, y en lugar de conversar y perder el miedo a hablar, terminabas tomando notas. La gente se volvía experta en la gramática, pero cuando se trataba de tener un diálogo, no podían hacerlo. Además, era extremadamente caro; un curso en Berlitz podía costar entre tres mil y cinco mil dólares al año, lo cual excluía a una gran parte de la población.”
Andrés comenzó a evaluar esta problemática cuando lanzó, mientras estudiaba ingeniería, una escuela de inglés que ofrecía capacitación a empresas transnacionales. “El modelo era traer profesores estadounidenses a América Latina y dar clases en persona, porque me di cuenta de que esta era la mejor manera de aprender. Pero al mismo tiempo, proporcionar ese servicio era muy costoso.”
Esta realización llevó a una idea fundamental. “¿Por qué no ofrecer clases en línea con profesores nativos, que den clases de inglés desde sus países 24/7? Esa idea fue la semilla de lo que se convertiría en Open English.”
EL DESAFÍO DEL EMPRENDIMIENTO
La historia emprendedora de Open English comenzó como la de muchas otras startups, en un pequeño apartamento de estudiantes donde Andrés y su cofundador, Will Sarmiento, empezaron a codificar su visión. “Nos quedamos sin dinero más veces de las que puedo contar”, comparte.
Inspirado por las historias de éxito de Silicon Valley, Moreno tomó un avión a San Francisco: “Literalmente llegué allí conociendo a una persona, un amigo que me dejó dormir en su sofá durante casi un año. Todos los días acudía a desayunos de inversionistas para tratar de recaudar fondos y permitir que el equipo siguiera codificando. Así es como surgió la primera versión de Open English, de una manera muy humilde”, recuerda.
“Creo que tomar riesgos es necesario cuando estás empezando,” reflexiona sobre esos primeros días. “Si hubiera sabido lo difícil que sería, cuántos años tomaría poner en marcha la empresa y los riesgos que asumiríamos, es probable que me hubiera quedado con un trabajo de 9 a 5. Pero esa ingenuidad, esa mentalidad emprendedora, es fundamental. Nos lanzamos a la piscina sin saber nadar, pero aprendimos poco a poco y, al final, llegamos al otro lado del océano.”
La mentoría jugó un papel significativo en el viaje emprendedor de Moreno. “Ser emprendedor implica reunir humildemente a personas que te apoyen de alguna manera: inversores, mentores, asesores. Construyes estas empresas en grupo.” John McIntyre, quien fue CEO de Goldman Sachs para América Latina, es para Andrés un gran ejemplo de la importancia de estas relaciones. “Además de invertir en la empresa, se tomó el tiempo para ser un gran amigo y está en nuestro Consejo de Administración hasta el día de hoy. Hay un John McIntyre entre cientos de personas, pero cuando lo encuentras, es importante pausar y dedicarte a desarrollar esa relación.”
Poco a poco, Moreno fue acumulando conexiones y experiencias. “Aprendí que una cualidad crucial es la honestidad. Los inversores valoran la transparencia, por lo que es importante ser claro sobre lo que funciona y lo que no. Presenta las métricas que son buenas y aquellas que necesitan mejorar, y explica cómo planeas resolver los problemas. Ser directo y sincero genera confianza y demuestra que conoces bien tu negocio,” aconseja Andrés a quienes piensan seguir sus pasos.
“Es importante también aprovechar tus ventajas competitivas,” añade. “El año pasado dimos ocho millones de clases en vivo y recientemente superamos los tres millones de estudiantes, lo cual nos llena de satisfacción. Pero para llegar aquí, competimos con empresas de Silicon Valley, emprendedores de renombre y grandes recursos. Nosotros no veníamos de dinero, pero teníamos una ventaja clave: como latinos, entendimos la problemática local. Ya habíamos aprendido que, para realmente lograr fluidez en un idioma, tener un profesor es muy valioso. El idioma no es solo una cuestión de reglas gramaticales, sino también de perder el miedo a conversar y motivarse. Mientras nuestros competidores buscaban optimizar eliminando el elemento humano, para nosotros siempre fue el aspecto principal del proyecto.”
“Seguimos enfocados en ser disruptivos, combinando la interacción humana con la inteligencia artificial para enriquecer aún más el proceso de aprendizaje,” continúa Moreno. “Creemos firmemente que los humanos siguen siendo esenciales en el proceso educativo, y la IA sirve para complementar y mejorar esa experiencia.”
“Actualmente, hay tres mil millones de personas aprendiendo inglés en todo el mundo, mientras que solo 300 millones están aprendiendo todos los demás idiomas combinados. Esto resalta la relevancia del inglés en el contexto global,” afirma el emprendedor al cerrar nuestra entrevista. “Aunque Open English ya es un líder en el sector, creo que estamos apenas al principio de lo que podemos lograr.” – Andrés Moreno
INICIATIVAS DE IMPACTO
Además de su éxito en el sector de los idiomas, Andrés ha diversificado sus esfuerzos hacia otras áreas. Un ejemplo es Next U, una empresa que se convirtió en la plataforma de aprendizaje de habilidades tecnológicas en línea de más rápido crecimiento en América Latina antes de ser integrada a Open English en 2015. “En Next U, ofrecemos carreras digitales, desde marketing digital hasta criptomonedas,” explica Moreno. “Permitimos a las personas aprender habilidades tecnológicas sin necesidad de ir a la universidad. Así como alguien puede aprender inglés, también puede convertirse en programador y cambiar su vida significativamente.”
Andrés comparte como ejemplo de su impacto una experiencia en Colombia: “Comuna 13 fue una de las zonas más violentas del mundo durante los años de Pablo Escobar, pero hoy es una comunidad llena de arte y música. Donamos becas para que los locales aprendieran inglés y programación, y recuerdo preguntarle a uno de los chicos por qué estaba estudiando código y desarrollo con Next U. Su respuesta me marcó: ‘Estoy aprendiendo a codificar porque el código paga más que el crimen.’”
Para Moreno, esta respuesta encierra un insight poderosísimo. “Fue impactante para mí ver la transformación radical que tienen estas oportunidades en la vida de las personas. Ese tipo de impacto es verdaderamente hermoso.”
CONQUISTANDO EL MUNDO
Aunque Open English se ha consolidado como una de las marcas más icónicas en el aprendizaje de inglés en Latinoamérica, la empresa está en plena expansión. A través de Open Mundo, están diversificando hacia idiomas como el español y el portugués, especialmente para clientes corporativos. Recientemente, lanzaron Open English Junior y Open Business para empresas y gobiernos.
La expansión a mercados emergentes como Vietnam, India y Arabia Saudita, también está en marcha. “Cada país presenta características únicas, oportunidades y retos que debemos aprender y superar”, señala Moreno. “La clave de nuestro éxito ha sido la adaptación a los mercados locales y estrategias como la colaboración con influencers que comprenden las necesidades y preferencias del público en cada región.”
Viendo hacia el futuro, Andrés Moreno mantiene una visión ambiciosa: “Las aspiraciones de las personas son similares en todo el mundo. La conversación con alguien de clase media en Turquía que quiere aprender inglés para tener éxito y mejorar su vida no difiere mucho de la que tendrías con alguien en Chile, Colombia o México. Por eso, trabajamos todos los días para satisfacer esos anhelos.”