Si nos rendimos a la inversión comercial extranjera estaremos dejando ir el potencial que tiene la franja fronteriza norte
Hay una invasión comercial china que se está dando frente a nuestros ojos y nadie se atreve a pensar siquiera lo que está sucediendo.
Esta invasión es un clarísimo ejemplo del por qué la frontera norte tiene tanta pobreza. Empresas de todos lados se instalan en la franja fronteriza, llevándose hasta los salarios maquiladores, que es casi la última riqueza que se había venido quedando aquí. Esto sucede porque los empresarios locales y los gobiernos no hemos sido capaces de crear las suficientes empresas y el ambiente de negocios necesario para poder atrapar toda esa derrama.
¿Y por qué nadie hace nada? Pues es que no estamos bien organizados. Los empresarios de verdad, los que todos los días se la rajan, están confiando en que las actuales cámaras empresariales fijen el rumbo. Sin embargo la mayoría de las cámaras ya no tienen el peso ni la visión de antes. Voy a partir de lo que pasa en Juárez para hablar un poco de lo que pasa en toda la frontera, aunque creo que en esta ciudad es donde se acentúa más este problema.
El otro día en un trayecto en Juárez, que es donde vivo, me encontré fácilmente 5 agencias de autos chinos: Está Chirey, JAC, MG, GWM y BYD, con las instalaciones más nuevas y competitivas. Por los periódicos sé que estas marcas chinas se están acomodando en toda la frontera norte para vender autos.
¿A dónde va a ir a parar eso que gastamos en carros chinos? La mayor parte a China. Pero el asunto no se detiene ahí. En San Lorenzo, una zona muy tradicional de Ciudad Juárez, están haciendo un China Mart donde había un cine muy grande. El viejo Multimercado La Cuesta, que duró casi 30 años abandonado también lo están convirtiendo en un China Mart. De la pandemia para acá han surgido unos 10 ó 15 de estos negocios en la ciudad. Sé que lo mismo está ocurriendo a lo largo de toda la frontera e incluso en el interior del país. Y parte del dinero que nos gastamos ahí se va a China.
Cuando hacemos un análisis sobre dónde se gastan los juarenses su dinero, la gran parte se va a otras ciudades, porque cada vez son menos las empresas locales, y cada vez son más las empresas foráneas que vienen por una rebanada del pastel que representa Juárez en dinero.
El salario promedio del IMSS en Juárez es de 672 pesos diarios. Multiplicado por 365 días del año y luego por los 496,403 trabajadores que trae registrados el IMSS da una derrama anual de 121,757 millones de pesos. Sumemos a los empleados informales. Hay una informalidad laboral del 27% en la ciudad, entonces agregamos un 27% de esa misma cifra. Son al menos 154,632 millones de pesos en total. Podemos comparar esa cifra con el gasto anual del gobierno estatal, que es de 100 mil millones de pesos. O sea, los salarios de un año en Juárez equivalen a un año y medio del presupuesto estatal.
Es mucho dinero, pero la mayor parte se va. Tenemos una fuga considerable en los que se van de compras a El Paso. Otro tanto se nos va en el mandado, ya que los dos mayores supermercados en Juárez son foráneos. Uno es gringo y el otro es de Torreón, Coahuila. Hay cuatro cadenas de autoservicios juarenses, pero la gran mayoría de las compras en despensa y ropa se van de la ciudad.
Lo mismo pasa en otros rubros. ¿Dónde está el meollo del asunto? Mientras Juárez no tenga sus propias inversiones comerciales vamos a seguir “explotados” por empresas que vienen de fuera nomás a sacar el dinero.
Mientras no empecemos a crear más empresas locales, la riqueza se nos va a seguir yendo. Somos una ciudad que hace productos del primer mundo, pero tiene salarios e infraestructura del tercer mundo, porque todo mundo viene y saca el dinero de Juárez. Así le pasa a muchas ciudades fronterizas.
Y esto que está pasando en Juárez con la invasión China está pasando en todo el país. Incluso Tepito se está volviendo en parte de los chinos. Sí hay mucha responsabilidad en el gobierno y en las cámaras empresariales. Yo creo que los empresarios deberíamos estar analizando todos estos temas y tomando medidas, armando proyectos, protegiendo a nuestras empresas de todas estas amenazas, evitando que se lleven toda la riqueza y enseñándole a los gobiernos lo que está sucediendo con los chinos.
Para que una ciudad se vuelva rica, el dinero debe recircular ahí mismo. Ahí está el ejemplo de Chihuahua. Nosotros deberíamos estar fortaleciendo a estas cadenas locales de autoservicio y armando otras empresas para evitar la fuga de dinero.
¿Por qué no hay un juarense poniendo un negocio parecido a China Mart o un cine? El gobierno lo ha vuelto muy complejo para los mexicanos con más trámites, impuestos y costos laborales. Al no cuidar a las empresas locales, al no estimularlas y al no protegerlas, nos están afectando a todos.
Llegan los chinitos con mucha materia prima subsidiada por su gobierno y productos muy baratos. Entonces nos ganan el mercado y se llevan las ganancias a China. A ellos son a los que más hay que fiscalizar, con toda la fuerza del SAT, de Hacienda estatal y de todas las dependencias municipales. No queremos que ese dinero se vaya de Juárez.