Enclavado en la costa occidental de Baja California, el valle de San Quintín emerge como un vergel productivo, siendo uno de los valles más importantes de la región con una abundancia de productos agrícolas. Sin embargo, la magnitud de su éxito agrícola no podría haberse logrado sin el aporte vital de la migración, que ha tejido una historia de arduo trabajo y contribuciones significativas en este rincón agrícola. De acuerdo con la “Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural, en 2019 el valor de la producción agrícola del valle de San Quintín fue de 11 460 millones de pesos, registrando un incremento de 54.1%, con respecto a 2018”.
El valle, caracterizado por su clima propicio y tierras fértiles, se ha convertido en el hogar de numerosos trabajadores migrantes que desempeñan un papel esencial en el ciclo agrícola. Este flujo humano, proveniente de diversas partes de México, se convierte en el alma de las operaciones agrícolas, plantando y cosechando los cultivos que alimentarán a comunidades locales y más allá. Las extensiones de campos verdes, que son el resultado de la labor incansable de estos migrantes, han convertido a San Quintín en una joya agrícola. En una i investigación Everardo Garduño, Sociólogo, investigador del Museo Regional Universitario de la Universidad Autónoma de Baja California a este valle acude un flujo migratorio que en su 63% es de origen mixteco, en un 20% zapoteco, en un 13% triqui, y el 4% restante está compuesto por nahuas, tarahumaras y tarascas.
La importancia de la migración para el valle de San Quintín va más allá de las tareas agrícolas diarias. Estos trabajadores también inyectan vitalidad económica en la región, ya que sus salarios se traducen en ingresos para las comunidades locales. Además, la interacción cultural entre los migrantes y los residentes locales ha enriquecido la diversidad en esta parte de Baja California, creando un tejido social único y vibrante.
Tanta ha sido la importancia de San Quintín que el 12 de febrero de 2020, se dio luz verde desde el Congreso del Estado para la instauración del municipio de San Quintín. Este importante paso fue seguido por la publicación, el 27 de febrero del mismo año, del Decreto número 46 en el Periódico Oficial del Estado, formalizando y estableciendo oficialmente la creación del municipio de San Quintín. Uno de los hitos más destacados en la evolución de San Quintín es su transición de un próspero valle agrícola a un municipio independiente. Este cambio no solo simboliza el crecimiento y desarrollo de la región, sino que también resalta la importancia crucial que ha adquirido en el panorama estatal. Convertirse en un municipio es un testimonio de la autonomía y la capacidad de San Quintín para gestionar sus asuntos locales, consolidando su posición como un actor clave en el ámbito agrícola de Baja California.
La elevación de San Quintín a la categoría de municipio también tiene implicaciones significativas para la gobernanza y el desarrollo sostenible. Ahora, cuenta con la capacidad de tomar decisiones locales que se alinean directamente con las necesidades y aspiraciones de su creciente población. Este paso administrativo no solo reconoce el papel crucial de San Quintín en la producción de alimentos, sino que también le otorga una voz más fuerte en los círculos gubernamentales, facilitando la implementación de políticas que fomenten la agricultura sostenible y el bienestar de la comunidad.
La migración, que ha sido un elemento integral en la ecuación de éxito de San Quintín, continúa desempeñando un papel fundamental en su historia como municipio. Los trabajadores migrantes no solo contribuyen con su arduo trabajo en los campos, sino que también se convierten en parte integral de la identidad de este lugar en evolución. La convivencia de diversas culturas y experiencias ha dado forma a una comunidad única y resiliente que enfrenta los desafíos y celebra los triunfos juntos. Por ejemplo el cultivo de fresa en el Valle de San Quintín, supera las 2,650 hectáreas, teniendo un rendimiento promedio de 74.7 toneladas por hectárea, como se lee en la página gob.mx/agricultura.
San Quintín, con su historia arraigada en la migración y su reciente estatus como municipio, representa un faro de éxito agrícola y desarrollo comunitario en Baja California. La sinfonía entre la tierra generosa, los trabajadores migrantes y la gestión local efectiva ha convertido a este valle en un modelo a seguir para regiones agrícolas en todo México. San Quintín no solo cultiva cosechas abundantes, sino también un futuro próspero que se nutre de la diversidad y el trabajo arduo de aquellos que lo llaman hogar, ya sean nativos o migrantes que han encontrado en este rincón un lugar para contribuir y crecer. N