El gobernador de Texas, Estados Unidos, Greg Abbott, promulgó este lunes 18 de diciembre una ley que criminaliza a los migrantes que entren de manera irregular en este estado fronterizo con México y permite su detención. Ante ello, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, informó este martes que su gobierno impugnará la ley.
“Se está haciendo ya un trámite en (la Secretaría de) Relaciones Exteriores para impugnar esta ley”, anunció el mandatario mexicano en su conferencia matutina. “De todas maneras vamos nosotros a intervenir”, agregó.
La medida, dictada el lunes por el gobernador Abbott y que entra en vigor en marzo, otorga potestad a autoridades texanas de detener a los migrantes que carezcan de la documentación necesaria para ingresar al estado y, a los jueces, la de expulsarlos.
LA LEY DE TEXAS ESTABLECE UNA PENA DE 10 AÑOS DE PRISIÓN POR ‘TRÁFICO DE MIGRANTES’
La normativa establece además “una pena mínima obligatoria de prisión de 10 años por tráfico de migrantes”, añadió Abbott. La semana pasada México la calificó de “medidas de corte político”. En Estados Unidos “la aplicación de las leyes migratorias, el control de la frontera y la negociación de acuerdos internacionales son facultades exclusivas del gobierno federal”, recalcó entonces la secretaría de Relaciones Exteriores mexicana.
Es muy probable que la ley abra una larga batalla legal con el gobierno federal, que generalmente establece y aplica las leyes de inmigración, así como con organizaciones defensoras de los derechos humanos y civiles.
“Estas medidas perniciosas seguramente tendrán un impacto nocivo en las comunidades latinas de todo el estado, lo que provocará la separación de familias y problemas con las autoridades”, afirmó el Fondo Educativo de la Asociación Nacional de Funcionarios Latinos Electos y Designados (NALEO) en un comunicado.
EXPULSIÓN MASIVA
“Condenamos profundamente la promulgación por parte de Texas de la legislación antiinmigrante inconstitucional, costosa y poco sólida firmada hoy por el gobernador de Texas”, añade el texto. Tanto Abbott como Trump son partidarios de levantar un muro a lo largo de la frontera con México y de expulsar masivamente a los migrantes, muchos de ellos latinoamericanos que huyen de la violencia y la pobreza.
Los demócratas también llevan a cabo repatriaciones aceleradas para los migrantes que eluden las “vías legales” que han introducido para entrar a Estados Unidos.
Estas “vías legales” les obliga a pedir cita a través de una aplicación de teléfono móvil o a hacer los trámites en los países por los que pasan, por ejemplo acogiéndose a permisos humanitarios y de reunificación familiar.
Pese a estas medidas, solo en octubre las autoridades estadounidenses interceptaron 240,988 veces a migrantes en situación irregular en la frontera con México, según datos oficiales. Fueron más de dos millones en lo que va de año. N
(Con información de AFP)