Científicos especializados en el estudio del comportamiento animal afirman que tú podrías identificar si tu mascota posee algún talento especial, como reconocer los nombres de sus juguetes. Es bien sabido que los perros aprenden órdenes sencillas, como sentarse o correr a buscar algo que acabas de arrojar. No obstante, los etólogos han descubierto que unos cuantos perros son superdotados porque también manifiestan destrezas excepcionales; por ejemplo, aprender cientos de nombres y asociarlos con diferentes juguetes.
Esas mascotas reciben el nombre de perros GWL (siglas en inglés de Gifted Word Learners, o perros dotados para el aprendizaje de palabras). Hasta ahora, poco se sabía sobre estos animales y cómo lograron volverse tan inteligentes. Sin embargo, el pasado 14 de diciembre los investigadores del Departamento de Etología de la Universidad Eötvös Lórand, en Budapest, Hungría, recurrieron a la revista Scientific Reports para publicar un artículo sobre su iniciativa Family Dog Proyect, con la cual pretenden expandir la información acerca de los perros superdotados.
Aun cuando tuvieron bastantes dificultades parar encontrar animales de estudio con ese raro talento, los etólogos húngaros terminaron por identificar 41 perros que vivían en nueve países distintos.
Con base en esa población de estudio, los investigadores determinaron que 56 por ciento de los animales eran border collies, raza muy popular que se destaca por su gran inteligencia, lealtad y sociabilidad.
LOS PERROS SUPERDOTADOS NO SABEN DE RAZAS
Pero no fue todo: los investigadores descubrieron que ese talento no es exclusivo de esa raza, ya que también identificaron un par de pomeranos, un Shih Tsu, un pequinés, un corgi, un poodle y varios perros mestizos (criollos), todos los cuales se mostraron capaces de aprender los nombres de sus juguetes.
“Podríamos decir que nuestro estudio fue un ‘proyecto de ciencia ciudadana’”, comentó la Dra. Claudia Fugazza, líder del equipo de proyecto, en un comunicado de prensa que llegó a manos de Newsweek. “Cada vez que un propietario de mascota nos contactaba para informar que su perro podía distinguir sus juguetes por nombre, le enviábamos instrucciones para que realizara pruebas adicionales con el animal, y le pedíamos que nos enviaran un video de las pruebas”.
Adicional a esto, el propietario tenía que responder a un cuestionario y anexarlo al vídeo. “En el cuestionario, la persona debía responder preguntas sobre la experiencia de vida de su mascota; compartir sus experiencias personales como criador y adiestrador de perros; y detallar el proceso mediante el cual su mascota logró aprender los nombres de los juguetes”, agregó el Dr. Andrea Sommese, coautor del estudio, en el mismo comunicado.
Los investigadores se sorprendieron mucho al descubrir que la mayoría de los propietarios nunca hicieron esfuerzos intencionales para que sus mascotas aprendieran los nombres de sus juguetes.
“Por el contrario, todo apuntaba a que los perros habían captado el nombre del objeto, de manera espontánea, a lo largo de sesiones de juego no estructuradas”, precisó Shany Dror, candidata al doctorado y lideresa del proyecto, en el comunicado de prensa.
APRENDEN CON RAPIDEZ LOS NOMBRES DE LOS OBJETOS
Por otro lado, muy pocos propietarios tenían experiencia profesional en adiestramiento canino. Es más, los investigadores no hallaron vínculos entre las destrezas de adiestramiento de un propietario y la capacidad de su perro para aprender los nombres de sus juguetes.
De hecho, la opinión de los científicos es que esos perros son tan inteligentes que no necesitan instrucciones específicas para aprender los nombres de sus juguetes.
“Estudios precedentes han revelado que los perros GWL aprenden con mucha rapidez los nombres de objetos nuevos”, prosiguió Dror en el comunicado de prensa. “Por ello, no nos sorprendió mucho que las pruebas con los animales de estudio revelaran que esos animales conocían, en promedio, los nombres de 29 objetos. Ahora bien, después de que publicamos los resultados, los propietarios de aquellas mascotas volvieron a contactarnos para informar que los perros habían expandido sus vocabularios a más de 100 nombres de objetos”.
Los etólogos confían en que su estudio conducirá a investigaciones adicionales que ayuden a entender mejor a estos perros superdotados.
“Debido a que los perros GWL son muy raros, solo disponemos de información anecdótica sobre sus antecedentes”, añadió el Dr. Ádám Miklósi, director del Departamento de Etología de la universidad y coautor de la investigación.
“Esta es la primera vez que un equipo científico documenta el aprendizaje de nombres de objetos en una especie no humana. La muestra reunida para este estudio es relativamente grande, de modo que nos ayuda a identificar las características que tienen en común estos animales, y nos acerca un poco más al objetivo de entender esa capacidad tan singular”, concluyó el etólogo. N
(Publicado en cooperación con Newsweek. Published in cooperation with Newsweek)