Cifras del Sistema Educativo Estatal establecen que BC se coloca en el octavo lugar con mayor grado de escolaridad en México. Para algunos, esta situación podría ser aceptable, sin embargo, es indispensable elevar las capacidades de nuestros alumnos ya que el ámbito laboral es cada vez más exigente.
Los empleadores buscan contratar personal capacitado en el uso de herramientas tecnológicas y esta situación lleva años representando un desafío para el sistema educativo.
Aprender el uso de nuevas tecnologías significa un impulso a las oportunidades de los estudiantes, preparándolos para un entorno laboral que evoluciona y demanda personal con conocimientos en inteligencia artificial o big data.
Para capacitar alumnos con estas habilidades, es necesaria la transformación de las prácticas y metodologías utilizadas por los docentes, mismos que necesitan ser equipados y actualizados de manera constante.
Algunas de las estrategias que se basan en el uso y aprovechamiento de la tecnología para el aprendizaje son el uso de ecosistemas virtuales en el cual los alumnos pueden interactuar para desarrollar sus dinámicas educativas de una manera interconectada, sencilla y enfocada; la educación basada en el trabajo con recursos audiovisuales al igual que el aprovechamiento de tecnologías emergentes aplicadas a la enseñanza.
Por último está la simulación educativa, que imita y simplifica determinados aspectos del mundo real para facilitar el aprendizaje, puede acompañarse del uso de la realidad virtual para potencializar la interactividad.
Sin embargo, para poder comenzar a aplicar nuevas estrategias es necesario que se aseguren las condiciones materiales adecuadas. Según información de la Coalición por la Participación Social en la Educación (COPASE), se requieren 4 mil 800 millones de pesos para atender el déficit de infraestructura que existe en BC.
No hay que dejar de lado que también existen condiciones estructurales que tienen que resolverse para que el cambio sea efectivo, como la desigualdad y el difícil acceso a la educación para personas en situación de vulnerabilidad.
Los tiempos han cambiado, tenemos que salir de los métodos tradicionales e impulsar nuevos planes de estudio, enfocados en la formación de profesionales con capacidades en el manejo de nuevas tecnologías.
Actualmente, muchos empleos requieren individuos certificados y con un enfoque multidisciplinario, esto crea brechas, en específico para las personas que no tuvieron acceso a algún tipo de educación.
El Foro Económico Mundial en su “Reporte del Futuro del Empleo 2023”, menciona que las especialidades académicas con más demanda en la actualidad se centran en áreas como el desarrollo de aplicaciones, análisis de inteligencia de negocios al igual que especializaciones en inteligencia artificial.
Fomentar la utilización de nuevas tecnologías en la educación hace posible que los profesionistas tengan acceso a mejores ingresos, aumenta la productividad y hace más eficientes los procesos en el área laboral.
Es imprescindible la disposición del gobierno, de las instituciones educativas y el trabajo conjunto con la sociedad civil para impulsar estas oportunidades para toda la población y reducir las brechas educativas. Sabemos que Baja California tiene mucho talento, impulsarlo es un trabajo que nos requiere a todos.
Julián León Manjarrez es consultor político de gobiernos y organizaciones ciudadanas. Consejero y profesor en Pacífico Universidad, es Licenciado en Derecho por la UABC y Maestro en Administración Pública por Harvard. Los puntos de vista expresados en este artículo son responsabilidad del autor.