El estrés y la ansiedad son los dos traumas que se han convertido en un nuevo desafío diario para miles de sobrevivientes de la tormenta Daniel en Libia, hace casi dos semanas, advirtió la ONU este jueves 21 de septiembre.
Las lluvias torrenciales de la tormenta Daniel el 10 de septiembre reventaron dos presas de agua arriba de la ciudad costera de Derna. Según los informes de las noticias, las aguas inundaron hasta una cuarta parte de la ciudad. Miles murieron, y se informa que muchos cadáveres todavía están bajo los escombros o perdidos en el mar, según los equipos de búsqueda.
EN LIBIA LOS SOBREVIVIENTES PADECEN TRAUMAS E INCERTIDUMBRE
En los últimos días, la respuesta de la ayuda se ha centrado en recolectar a los muertos, temiendo la propagación de la enfermedad, pero para las decenas de miles de residentes de Derna que sobrevivieron a la inundación, el trauma y la incertidumbre también son una preocupación apremiante, dijo la oficina de coordinación de ayuda de la ONU.
“Proporcionar apoyo psicosocial es una prioridad para aquellos que viven en el este de Libia, donde se cree que alrededor de 20,000 personas murieron cuando la tormenta Daniel golpeó a Derna”, dijo este jueves la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de las Naciones Unidas (OCHA).
Según la agencia, más de 43,000 personas han sido desplazadas por las inundaciones. La mayoría de ellos se alojan con familiares en áreas cercanas, mientras que unas 2,780 personas han viajado a Bengasi.
En una visita de dos días a Bengasi, Georgette Gagnon, residente y coordinadora Humanitaria de las Naciones Unidas, se reunió con familias que huyeron de sus hogares devastadas por las inundaciones y buscaron seguridad en Bengasi, a 250 kilómetros de distancia. Hablaron de su pérdida y de su preocupación tanto por la educación de sus hijos como por lo desconocido.
LA GRAVE ANGUSTIA EN LIBIA
“Es desgarrador escuchar por lo que han pasado las familias y la grave angustia que han soportado”, dijo Gagnon. “El costo mental es muy alto, y se necesita urgentemente apoyo para ayudar a la gente a sanar”. En un complejo a media hora en coche del centro de Bengasi, conoció a una familia de cinco que había llegado cuatro días antes. Dijeron que se encontraron en agua hasta la cintura en cuestión de segundos.
Todas sus pertenencias fueron barridas, y apenas consieron salir vivos de su casa. Su casa se ha ido, al igual que muchos en su calle. Además de la atención médica, el control y la prevención de enfermedades, y las pruebas y el análisis de las fuentes de agua, el apoyo psicosocial se ha identificado como una de las necesidades prioritarias para las personas afectadas, según una evaluación de los organismos de las Naciones Unidas que estuvieron recientemente en Albaydha, Derna y Sousse. N