Las posibilidades de profundizar en los avances en seguridad pública en México demandan la aplicación de estrategias eficientes, con resultados evidentes, para alinear la baja de delitos en todos los estados.
Los datos revelan un avance sostenido en la disminución de la incidencia delictiva desde hace cinco años, con una reducción de 29 por ciento a nivel nacional al primer semestre de este año en comparación con el mismo periodo de 2019.
Sin embargo, las estadísticas del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP) muestran reducciones más profundizadas en unas entidades. ¿Qué hace esa diferencia? ¿Cuáles son las estrategias que llevan, por ejemplo, a la Ciudad de México a una caída del 55 por ciento en delitos en contraste con un aumento en Nuevo León, Sonora o Sinaloa?
La seguridad ciudadana es un bien público que los Estados deben garantizar. Sin seguridad no hay crecimiento ni desarrollo. Lograr una reducción en los niveles de inseguridad requiere mejorar los niveles de legitimidad y confianza en las instituciones a través del fortalecimiento de sus procesos, recursos humanos y capacidad de atención.
El objetivo es construir instituciones capaces de proveer servicios adecuados de seguridad y justicia, desde la prevención, contención, investigación, persecución, judicialización y rehabilitación.
Desde la capital nacional se ha gestionado un modelo con posibilidades de representar un ABC de la seguridad a nivel nacional. Lo inició Claudia Sheinbaum Pardo y lo continuó actual el jefe de Gobierno, Martí Batres Guadarrama. Se basa en cuatro ejes: atención a las causas, más y mejor policía, inteligencia e investigación policial y coordinación interinstitucional.
LA SEGURIDAD PÚBLICA, UN ASUNTO MÁS ALLÁ DEL ESTADO
Este modelo, en colaboración con la Fiscalía General de Justicia y la Secretaría de Seguridad Ciudadana, lideradas por Ernestina Godoy Ramos y Omar García Harfuch, respectivamente, revela las posibilidades de mejorar sustancialmente la seguridad pública.
Un ABC implica reconocer los fenómenos delictivos, atender los orígenes a partir de políticas públicas enfocada en alejar a las y los jóvenes de las probabilidades de delinquir, con programas como Barrio Adentro.
Fortalecer a las y los policías con mayor capacitación, reconocimiento a las labores desarrolladas y aumento salarial, que en CDMX promedian hasta un 45 por ciento en casi cinco años, así como facultar a los elementos de la SSC para labores de inteligencia, ha permitido enfocar el trabajo en contener y disminuir la violencia a partir de la identificación y captura de más de 2,000 generadores de esta.
La seguridad pública es un tema integral que no depende únicamente de las autoridades policiales y del ejercicio de la fuerza del Estado, ni puede ser delegado desde lo estatal a lo federal. Asumir la responsabilidad es central.
Alinear las acciones de los diferentes sectores gubernamentales hacia un mismo objetivo es primordial para la reducción de la incidencia delictiva. Estas estrategias conforman un abecedario de seguridad, tanto para gobiernos como para la ciudadanía. N
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Salvador Guerrero Chiprés es doctor en Teoría Política por la Universidad de Essex, Inglaterra, y presidente del Consejo Ciudadano. Los puntos de vista expresados en este artículo son responsabilidad del autor.