Son aproximadamente veinte países, entre ellos Estados Unidos, Alemania y Francia, los involucrados en el movimiento de protestas desencadenado en Irán por la muerte de la joven activista Mahsa Amini en septiembre, afirmó un responsable de la inteligencia de Irán.
“Las investigaciones del servicio de inteligencia de los Guardianes de la Revolución muestran la participación de los servicios de inteligencia de unos 20 países en los disturbios”, declaró su jefe, el general Mohammad Kazemi, en entrevista al sitio del guía supremo khamenei.ir.
IRÁN CALIFICA LAS PROTESTAS COMO “DISTURBIOS”
Las autoridades iraníes califican generalmente las protestas de “disturbios” animados por países y organizaciones hostiles a Irán. Centenares de personas murieron durante las protestas posteriores al deceso, el 16 de septiembre de 2022, de la kurda iraní de 22 años Mahsa Amini, detenida por no respetar las estrictas reglas vestimentarias impuestas a las mujeres en Irán.
Entre los países involucrados, el general Kazemi citó a Estados Unidos, Reino Unido, Emiratos Árabes Unidos, Arabia Saudita, Francia, Alemania, Canadá, Bélgica, Austria, Albania, Australia, Islandia, Italia, Kosovo, Noruega, Baréin, Nueva Zelanda e Israel. La mayoría de esos países apoyaron a los manifestantes e impusieron sanciones contra el gobierno y las fuerzas del orden por su reacción a las protestas, dijo.
MAHSA DESENCADENÓ LAS PROTESTAS EN IRÁN Y A NIVEL INTERNACIONAL
En su entrevista, el general Kazemi se refirió a la utilización por esos países de ciudadanos no europeos como afganos, paquistaníes e iraquíes para “recolectar informaciones sobre los disturbios”. Mahsa Amini era una joven entre tantas. Pero su muerte, el 16 de septiembre de 2022, le dio un lugar en la historia al desencadenar una ola de protestas que contribuye a transformar la sociedad de Irán.
El 13 de septiembre, esta mujer de 22 años estaba de visita en Teherán con su hermano y sus primas cuando fue detenida al salir del metro en el centro de la capital. Acusada de llevar un atuendo “inapropiado”, fue conducida a los locales de la policía de la moral, encargada de vigilar el estricto código de vestimenta de la República Islámica para las mujeres.
“TU NOMBRE SE CONVIERTE EN UN SÍMBOLO”
Mahsa Amini se desmayó en una oficina después de un intercambio con una policía, según un breve video de vigilancia difundido por las autoridades. La joven, originaria de Kurdistán iraní —que se preparaba para ingresar en la universidad—, murió tres días más tarde en el hospital.
El Estado niega cualquier implicación en su muerte. El epitafio grabado en su tumba “No has muerto, Mahsa, tu nombre se convierte en un símbolo”, lo dice todo. Mahsa Amini se convirtió en un rostro reconocido por la población iraní y también más allá de las fronteras del país. Para muchos, personifica la lucha contra la obligación de llevar el velo y se convierte en la figura unificadora de la protesta. N
(Con información de AFP)