Una niña de 4 años fue operada con éxito y de alta complejidad del corazón mientras los médicos a cargo de la cirugía se encontraban a casi 1.500 millas de distancia.
La niña, identificada como Helena, nació con un defecto cardíaco congénito grave y también tiene síndrome de Down. Los defectos cardíacos congénitos son condiciones presentes al nacer que pueden afectar la estructura y función del corazón de un bebé.
La cirugía que necesitaba no estaba disponible en su ciudad natal de São Luís, estado de Maranhão, que se encuentra en el noreste de Brasil.
De hecho, dentro del país, la operación suele realizarse solo en São Paulo, la ciudad más grande de Brasil, al otro lado del país de la casa de Helena.
Los padres de la niña se enteraron de que tendría que someterse a la compleja cirugía cuando tenía 2 años. Pero el alto costo del viaje a São Paulo era prohibitivo para la familia.
PROYECTO PIONERO DE CIRUGÍAS
Pero este año, la familia recibió una invitación para que Helena participara en un proyecto pionero que tiene como objetivo brindar acceso a cirugías cardíacas complejas en lugares donde antes no habrían estado disponibles, informó el medio brasileño TV Globo.
El proyecto es una asociación entre el Hospital Universitario de São Luís y el Instituto do Coração (InCor) de São Paulo. Hasta el momento, 15 niños del estado de Maranhão han participado en el proyecto.
Helena estuvo en operación el 4 de mayo como parte del proyecto en el Hospital Universitario de São Luís con un equipo de médicos presentes en la vida real. Todo el procedimiento se monitoreó de forma remota en tiempo real a través de una transmisión de video por un equipo de expertos de InCor en São Paulo. Esos expertos observaron y guiaron toda la operación desde su ubicación a unas 1.500 millas de distancia.
CIRUGÍA DURÓ TRES HORAS
Para habilitar la cirugía remota, se instaló una cámara de alta resolución en la sala de operaciones y transmitió todo en tiempo real al centro de monitoreo en São Paulo a través de una conexión 5G. Los cirujanos también usaron cámaras en la cabeza para brindar una perspectiva en primera persona.
Además, se colocaron micrófonos sensibles alrededor de la sala para grabar audio y voz. Y los dispositivos médicos que usó el equipo estaban conectados a Internet para que el equipo de InCor pudiera monitorear los datos en tiempo real de ellos.
A lo largo del procedimiento, que duró tres horas, el equipo de InCor se comunicó con los cirujanos en São Luís, guiándolos paso a paso por la operación.
Al final, la cirugía fue un éxito y Helena pasó unos 10 días en el hospital antes de recibir el alta. Se está recuperando bien en casa. N
Traducido para Newsweek en Español América por Juan Pablo Tejeda.