Sara Esquivel se levanta a las cuatro de la mañana para llegar a tiempo a su trabajo en la Ciudad de México. Viaja apretada y con miedo a que la roben, pero no tiene opción. En Los Reyes La Paz, Estado de México (Edomex), apenas se sobrevive.
Son dos horas en autobús y metro desde este municipio central del Edomex, la entidad más poblada del país con 16.9 millones de habitantes, que elegirá nuevo gobernador el próximo domingo. Una decisión que podría inclinar más la balanza a favor del oficialismo de izquierda en las presidenciales de 2024.
“Me tuve que ver en la necesidad de irme a trabajar más lejos porque sí son gastos en esta casa; tenía que mantener tres hijos, la renta, la luz, el teléfono”, dice a la AFP Esquivel, de 54 años, en un barrio de casas hechas a pulso.
En La Paz y otros municipios del estado un empleado de tienda, por ejemplo, gana unos 800 pesos semanales (45 dólares), situación que empuja a miles a la capital, donde pueden duplicar ese ingreso.
El Estado de México es así una radiografía del país: la mitad de su población (casi la de Guatemala) es pobre. Además, muchos carecen de servicios básicos y conviven con zonas acomodadas como el turístico Valle de Bravo o Huixquilucan, con auténticas mansiones.
“Nos gusta venir aquí porque el clima es agradable” y “la comida muy rica”, señala Carlos Arpaez, quien viaja los fines de semana a Valle de Bravo con su club de motociclistas. El estado también alberga las famosas pirámides de Teotihuacán y grandes centros industriales con empresas como Nestlé o Ford. De hecho, es el segundo que más aporta al PIB de México (9.1 por ciento en 2022).
“Es una minirrepública mexicana, profundamente fragmentada, en algunos puntos tradicional, otros moderna y muy cercana a las dimensiones globales de política y economía, y otras profundamente rurales”, observa el politólogo Miguel Tovar, de la firma Alterpraxis.
HABITANTES DEL EDOMEX ESPERAN MÁS ALUMBRADO Y SEGURIDAD CON UNA NUEVA GOBERNADORA
La educadora Delfina Gómez se perfila para ganar la gobernación a Alejandra del Moral. Su victoria acabaría con nueve décadas de dominio del PRI en el estado y daría paso a una nueva hegemonía en México, la de Morena, partido del presidente Andrés Manuel López Obrador, que gobierna en la mayoría de regiones.
Pero esta elección también es un recordatorio de la falta de oportunidades, inseguridad y desigualdad que aquejan a personas como Sara Esquivel en todo México. Su rutina implica batirse por un espacio en los insuficientes buses y líneas de metro que conectan con la capital, donde pleitos y robos son cotidianos, cuenta la mujer, que hace limpieza en edificios que se construyen en sectores acomodados.
Esos barrios “no tienen problema alguno (…), delincuencia no hay porque son zonas de dinero”, añade Esquivel, esperanzada en que la nueva gobernadora ponga al menos más alumbrado o cámaras de seguridad en los buses.
El Estado de México es el segundo con más homicidios del país (917 entre enero y abril, sobre un total de 9,912). Y el tercero con más desaparecidos (unos 12,000 o 10 por ciento del global). En algunos municipios la percepción de inseguridad llega a 88 por ciento.
Juan José Méndez, habitante de Tlalnepantla, de 50 años, asegura que la policía evade barrios de ese municipio, al punto que algunos agentes son enviados allí como “castigo”, y las autoridades esgrimen “que hay poco presupuesto”.
“Tenemos que conformarnos con lo poco que nos hacen llegar. No nos dejan de tratar como si fuéramos un pueblo, un rancho”, afirma en un negocio de productos de limpieza que abrió ante la falta de empleo.
ALTOS ÍNDICES DE VIOLENCIA DE GÉNERO
Esquivel deja su casa en la oscuridad de la madrugada y regresa de noche esquivando ladrones, que a veces ejercen violencia. Además, le preocupa la seguridad de sus hijas adultas, pues el Estado de México registra los más altos índices de violencia de género del país.
Y aunque quisiera, vivir en Ciudad de México está lejos de ser una opción, peor aun cuando la megaurbe experimenta cambios que expulsan a muchos hacia la periferia. Según la Sociedad Hipotecaria Federal, el precio de la vivienda en el Valle de México subió 6.4 por ciento solo en el primer trimestre de 2023.
Testigos de múltiples promesas incumplidas, Esquivel y Méndez no pueden ocultar su desencanto. “Es pan con lo mismo, solamente que hay de dos colores y de dos sabores, o dulce o picante y nada más. Ahora sí que les damos el beneficio de la duda, a ver si cumplen…”, dice Méndez. N