Desde hace tres años, Guadalupe González Chávez pinta su cuerpo de plateado para llamar la atención de los automovilistas y demostrar su talento como malabarista en cuanto se pone el alto del semáforo ubicado al final de la avenida Juárez, en Pachuca.
Todos los días, el personaje, conocido en las calles como Plateado, llega temprano desde el Centro Histórico a las afueras de las instalaciones de Hidarte para prepararse y dar su show callejero.
González Chávez obtiene su característico color mezclando pigmento plata con glicerina, aceite de bebé y bloqueador solar para protegerse de los rayos ultravioleta.
“A mí, en lo personal, me gusta mucho el color plateado y creo que a la gente le atrae más”, dijo Plateado.
Mencionó que el cubrir su cuerpo con esta mezcla de tonalidad metálica le lleva de 10 a 12 minutos. Posteriormente, al llegar a casa tras una ardua jornada de trabajo, debe tomar un baño para retirar la pintura, luego come y pasa tiempo con su familia.
Aunque agradece que las lluvias caigan en la Bella Airosa, Plateado se ha visto afectado por el clima que recientemente se ha tenido en la ciudad, pues interrumpe su labor y le impide ganarse unas monedas más.
Como muchos trabajos, el arte callejero también tiene sus riesgos, pues la cultura vial no es algo característico de la capital hidalguense.
“Hay que ponernos pilas con los carros, que no se vayan a pasar el alto o gente que va a las carreras tantito se pone el verde se jalan”, relató a Criterio.
Asimismo, dijo que hay días buenos y malos, hay gente “chida” que lo bendice y otros que lo ven feo, lo ignoran y suben el vidrio de sus autos.
¿Lo has visto? Si quieres ver de cerca el show de Plateado, lo puedes encontrar de lunes a domingo, desde las 11:00 hasta las 19:00 horas, frente a la Glorieta de los Insurgentes. Así que, si te lo encuentras, no dudes en apoyarlo o regalarle una sonrisa, ahora que ya conoces su trabajo.
Plateado tiene una doble vida
Comentó a Criterio que ser el hombre de plata no es su único trabajo, pues los fines de semana se pinta de colores, se coloca su sobrero y nariz roja y da vida al payaso Ratoncini.
Así es, Guadalupe tiene otro personaje para las personas que quieran darle un gran toque de diversión para sus eventos o fiestas infantiles.
El hombre de 39 años de edad, pachuqueño de origen y corazón, lleva 24 años dedicándose a la actuación y al arte urbano. Aprendió el malabarismo dentro del gremio de los comediantes, conocidos como payasos.
“Me gusta lo que es el malabar y más que nada el estar aquí, el sacarle una sonrisa a la gente, distraerlos un momento está chido”, expresó el artista urbano.
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Cinthya Carbajal | Pachuca de Soto
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