El número de personas que se enfrentan a la inseguridad alimentaria grave y requieren ayuda urgente aumentó por cuarto año consecutivo en 2022, según el Informe Mundial sobre las Crisis Alimentarias (GRFC) divulgado esta semana en Roma. Se estima que, en el 2022, 258 millones de personas en 58 países y territorios experimentaron los niveles más altos de inseguridad alimentaria aguda y requirieron asistencia alimentaria urgente.
Las estimaciones indicadas se basan en los enfoques internacionales de la Clasificación Integrada de la Seguridad Alimentaria en Fases y Cadré Harmonisé (Fases CIF/CH 3 o superior) o equivalente.
VIOLENCIA Y CRISIS CLIMÁTICA, FACTORES DE INSEGURIDAD ALIMENTARIA
“Se trata del número más alto registrado en los siete años de historia del informe”, recalcaron los investigadores. “La violencia pero también la crisis climática se está convirtiendo en uno de los principales factores”, dijo a AFP Rein Paulsen, director de la oficina de emergencias y resiliencia de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO).
“Nos preocupa la situación en Afganistán, Yemen, Haití o el Sahel. También en Sudán. La lista es larga, y la cantidad de personas que sufren de inseguridad alimentaria es inaceptable, porque conocemos las soluciones para remediarla”, añadió el experto.
CRISIS ALIMENTARIA EN AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE
De los 258 millones de personas en situación de inseguridad alimentaria aguda, casi 18 millones son de América Latina y el Caribe. Además, más de la mitad, 9.7 millones de personas son de cuatro países miembros del Sistema de la Integración Centroamericana (SICA): El Salvador, Guatemala, Honduras y República Dominicana.
Desde 2018, El Salvador, Guatemala y Honduras, fueron incluidos consistentemente en el Informe como países con crisis alimentarias y el número estimado de personas que enfrentan altos niveles de inseguridad alimentaria aguda se cuadruplicó.
RUSIA Y UCRANIA
El aumento de los niveles de inseguridad alimentaria aguda se debe a los efectos económicos de crisis nacionales e internacionales amplificados como el conflicto armado de Ucrania y Rusia. De igual forma, se menciona a los fenómenos meteorológicos extremos, particularmente sequías en el Corredor Seco y el impacto de los huracanes Eta y Iota en el 2020, cuyos efectos negativos todavía perduraron en el 2022. N
(Con información de AFP)