A Oscar Pistorius le bastaron 45 segundos y 44 centésimas para entrar en la leyenda, al correr los 400 metros en los Juegos de Londres 2012, algo inédito para un doble amputado. Con la misma velocidad, su vida dio un vuelco al año siguiente, cuando mató a tiros a su novia.
El exatleta sudafricano, condenado en apelación a más 13 años y cinco meses de prisión por asesinato, tenía la esperanza de que la justicia aceptara este viernes 31 de marzo su demanda de libertad condicional. Sin embargo, finalmente fue rechazada. Seguirá en la cárcel al menos hasta que se vuelva a estudiar su caso el próximo año.
La participación en los Juegos Olímpicos de Londres 2012, contra atletas sin discapacidad, fue la cima de su carrera deportiva. Ese mismo año fue proclamado por la revista estadounidense Time como una de las cien personalidades más influyentes del planeta.
Rico y admirado, las marcas se amontonaban por firmar contratos con este símbolo de la superación. En todo el mundo era conocido como “Blade Runner”, por las prótesis de carbono que llevaba en ambas piernas.
Siete meses más tarde, la noche del 13 de febrero de 2013, su imagen de héroe se hizo añicos al conocerse que había matado en su casa de Pretoria a su novia, la modelo Reeva Steenkamp.
El atleta le descerrajó cuatro tiros a través de la puerta del baño, donde la joven se encontraba en el momento de los hechos, a las tres de la madrugada. Oscar aseguró que la confundió con un ladrón.
Amor, gloria y fortuna: al día siguiente del crimen, la maquinaria mediática se centra en este caso sin comparación. En un proceso en primera instancia transmitido en directo por las televisiones, se escrutan las debilidades del ídolo caído. Él se muestra colérico, a veces al borde de la paranoia.
EL DESCENSO DE OSCAR PISTORIUS: “UN JOVEN AFICIONADO A LAS ARMAS DE FUEGO Y MUJERIEGO”
Según el nuevo retrato que dibujó los medios, Pistorius al parecer es un joven agresivo apasionado de la velocidad y mujeriego. Sobre todo, muy aficionado a las armas de fuego. La justicia investiga varios incidentes, como cuando disparó por error al manipular un arma en un restaurante. Otra más cuando en una ocasión disparó a un coche en un gesto de enojo.
El proceso se extiende de marzo a octubre de 2014. Terriblemente emotivo, el exatleta rompe a llorar y vomita en varias ocasiones. Se muestra obcecado. Repite que nunca tuvo intención de matar a Reeva Steenkamp.
Destrozado, pide perdón a los padres de la víctima. Condenado en primera instancia a cinco años de prisión, en el juicio en apelación celebrado en junio de 2016, un psicólogo de la defensa le describe como “un hombre roto”, que sufre un síndrome severo de depresión.
“Se puede decir sin dudar que su caída ha sido terrible”, añadió el experto, pocos días antes de que el exdeportista se presente ante el juez caminando sobre sus muñones para intentar ganarse su simpatía.
Abandonado por sus patrocinadores, privado de ingresos económicos, Pistorius está arruinado y tiene que vender su casa para poder pagar a sus abogados. Y la sentencia en apelación aumenta su condena a los 13 años y 5 meses de prisión. Solo le queda el apoyo del clan familiar.
Pistorius nació sin peronés el 22 de noviembre de 1986 en Johannesburgo, Sudáfrica, y fue sometido a una operación para amputarlo por debajo de las rodillas a la edad de 11 meses.
DESDE NIÑO ANHELÓ COMPETIR CON ATLETAS SIN DISCAPACIDAD
Aprendió a caminar con prótesis y desde su infancia quiso medirse con deportistas sin discapacidad, probando el waterpolo, el cricket y el boxeo. Pero la muerte de su madre, cuando tenía 15 años, fue un nuevo trauma. Al año siguiente, tras una grave lesión de rodilla practicando el rugby, descubre el atletismo. Sin cumplir los 18 años, gana sus primeras medallas mundiales, en la categoría de amputados de las dos piernas.
Poco a poco, sus resultados y su ambición le llevan a pedir su admisión en las competiciones para deportistas sin discapacidad, pero eso le lleva a un largo combate, dentro y fuera de la pista. En 2008, la Federación Internacional de Atletismo (IAAF, por sus siglas en inglés) vetó su participación en las competiciones que organizaba al estimar que las láminas de carbono con forma de patas de felino le daban a Pistorius cierta ventaja en la segunda parte de la vuelta a la pista.
Sin embargo, el Tribunal Arbitral del Deporte (TAS) quitó la razón en 2008 a la IAAF y Pistorius pudo competir con los atletas de élite. Pistorius redobló sus entrenamientos para convertirse en el primer atleta con discapacidad en correr el Mundial de Daegu 2011, donde logró la medalla de plata en el relevo 4×400 metros lisos.
Sin embargo, fue Londres 2012, donde alcanzó las semifinales en los 400 metros lisos y la final en el relevo 4×400, la cima de una carrera que se detuvo de golpe. N