La inmigración ilegal en la frontera entre Estados Unidos y México ha sido uno de los problemas humanitarios, políticos y económicos con más tiempo sin resolver. Gobiernos anteriores trataron de controlarla procurando que fuera más segura y humanitaria, mientras que otros intentaron detenerla por completo. Sin embargo, no ha habido un consenso universal sobre alguna política que haya funcionado.
Podríamos pensar que el objetivo de un presidente es disminuir la inmigración ilegal y asegurar la frontera, pero la pregunta más importante es: ¿cómo se podría lograr esto?
Tras el impacto económico del covid-19, la migración en la frontera entre México y Estados Unidos ha alcanzado cifras récord. Sin duda fue uno de los desafíos a los que se enfrentó Joe Biden al asumir el cargo de presidente de Estados Unidos, en 2021.
El expresidente Trump implementó el Título 42, una ley que permite a las autoridades estadounidenses rechazar a los inmigrantes para evitar la propagación del covid-19. En otras palabras, resultó en la deportación de miles de migrantes que buscaban asilo desde 2020.
Muchas personas pensaron que el presidente Biden terminaría con este programa, pero mantuvo en vigencia el Título 42, lo que enfureció a los miembros de su propio partido que ven esta ley como una táctica de Trump que viola los derechos humanos.
EL TÍTULO 42 LLEGA A SU FIN
Según la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos, el año pasado hubo más de 2.5 millones de arrestos en la frontera. Después de múltiples disputas legales entre los tribunales, el Congreso y la Casa Blanca sobre el Título 42, Biden anunció que esta ley llegaría a su fin en mayo.
Estados Unidos anticipa la mayor ola migratoria de la historia, ya que miles de migrantes están esperando en la frontera mexicana a que expire el decreto. Pronto, estos migrantes podrán solicitar asilo en Estados Unidos. Tanto demócratas como republicanos exigen que el presidente Biden encuentre una solución antes de que eso suceda.
Contrariamente a la creencia popular, la mayoría de los inmigrantes ilegales en la frontera entre Estados Unidos y México no son mexicanos. Provienen principalmente de Cuba, Haití, Nicaragua y Venezuela, es decir, de países que están experimentando crisis política y económica.
En anticipación a la finalización del Título 42, la administración de Biden presentó en enero un Programa de Permiso Humanitario para disminuir el flujo de inmigración ilegal. Este programa permite que los ciudadanos de Cuba, Haití, Nicaragua y Venezuela soliciten un permiso para vivir y trabajar en Estados Unidos de manera legal por dos años. El programa fue creado por razones humanitarias y busca recibir inmigrantes de manera legal, segura y ordenada.
Poco después de que el programa humanitario entrara en vigor, la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos publicó estadísticas sorprendentes donde muestra una reducción significativa en las detenciones de la frontera. Lo anterior demuestra que el nuevo programa de Biden ha logrado disminuir la inmigración ilegal.
¿INMIGRACIÓN ILEGAL O POSTURA ANTIINMIGRATORIA?
Lamentablemente, el Partido Republicano ha enfocado sus críticas en este programa, afirmando que Biden “está permitiendo la libre entrada al país”. El permiso humanitario no permite la entrada libre a Estados Unidos, ya que los ciudadanos de Cuba, Haití, Nicaragua y Venezuela deben demostrar que cuentan con un patrocinador financiero en el país, son sometidos a revisiones de seguridad y deben contar con las vacunas requeridas. Además, el programa tiene un límite de ingreso de 30,000 personas por mes.
El Partido Republicano utiliza el tema de la inmigración ilegal como el pilar de su campaña, provocando a sus seguidores y a menudo refiriéndose a la frontera como la “crisis fronteriza de Biden”.
Sin embargo, los resultados del Programa de Permiso Humanitario son favorables y parece que Biden ha logrado controlar la frontera, despojando al Partido Republicano de uno de sus temas clave para las elecciones de 2024.
No obstante, las nuevas estadísticas fronterizas pueden plantear un nuevo problema para los críticos: si la inmigración ilegal ha disminuido dado que los inmigrantes pueden entrar en el país de manera legal, entonces ¿el debate será por la inmigración ilegal o se trata de una postura antiinmigratoria? N
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Jasmin Singh es abogada en leyes de inmigración en Estados Unidos. Los puntos de vista expresados en este artículo son responsabilidad de la autora.