El nuevo gobierno conservador sueco anunció el martes que pone fin a la “diplomacia feminista” de la que el país nórdico fue el pionero en 2014, al considerar que esta “etiqueta” es contraproducente.
Este martes 18 de octubre, día en el que se anunció la formación del nuevo gobierno, que consiguió una mayoría con el apoyo de la extrema derecha, el nuevo ministro sueco de Relaciones Exteriores anunció el fin de este concepto, que fue copiado por varios países, pero que levantó también disputas diplomáticas, sobre todo con países de Medio Oriente.
“La igualdad de género es un valor fundamental en Suecia y también un valor fundamental para este gobierno”, afirmó Tobias Billstrom en una entrevista con la agencia de noticias sueca TT.
“Pero no emplearemos la expresión ‘política extranjera feminista’ porque las etiquetas tienen la mala costumbre de prevalecer sobre el fondo”, añadió.
La “diplomacia feminista” fue lanzada en 2014 por el gobierno socialdemócrata sueco y la ministra de Asuntos Exteriores de entonces, Margot Wallstrom. Esta política fue concebida como “una respuesta a la discriminación y a la subordinación sistemática que caracteriza la vida cotidiana de muchas niñas y mujeres en todo el mundo”.
Es difícil establecer un balance de esta política. En un documento publicado en 2018, Suecia citó la adopción de una ley en Moldavia sobre la representación mínima de las mujeres inspirada en la ley sueca o la inclusión de los principios de igualdad de género en el acuerdo de paz firmado en 2016 en Colombia.
SUECIA YA NO SE RIGE POR IGUALDAD
Con 13 hombres y 11 mujeres, el nuevo gobierno sueco presentado este martes ya no es paritario. Incluye a una ministra del Clima de 26 años, la titular ministerial más joven de la historia del país.
Sin experiencia relevante en cuestiones climáticas, Romina Pourmokhtari, nacida en 1995 en una familia de origen iraní en la periferia de Estocolmo, dirigía hasta ahora a las Juventudes del partido Liberal, de centro-derecha. Sin embargo, su cartera pierde su condición de ministerio de pleno derecho. Y queda bajo la supervisión de la líder del Partido Demócrata Cristiano, Ebba Busch, viceprimera ministra y ministra de Economía y Energía.
El nuevo ejecutivo está compuesto por 12 ministros del partido Moderado —más el primer ministro— 6 Democristianos y 5 Liberales. La ultraderecha se queda sin carteras ministeriales, si bien tendrá a integrantes de su formación en todos los ministerios.
Destaca como innovación del nuevo gabinete, la creación de un ministerio de “Defensa Civil”, adicional al de Defensa, en un contexto de fuertes tensiones con Rusia. La jefa de los democristianos, Ebba Busch, se convierte en vice-primera ministra y titular de la cartera de Economía y Energía. N