La basura no se halla solo en el planeta Tierra. En el espacio también comienzan a ocupar un lugar como resultado de las misiones que por años han navegado alrededor de la órbita del planeta.
En mayo pasado, para entender el impacto que esta basura espacial puede llegar a generar hasta convertirse en un problema sin control, la astrofísica y astrónoma francesa Fatoumata Kébé ofreció una conferencia durante el Festival de Arte y Ciencia Aleph de la UNAM.
La especialista en medioambiente espacial habló de los residuos que giran alrededor del planeta. Ahí destacó que el primer residuo en la historia es el Sputnik 1, el primer satélite artificial enviado al espacio en 1957.
“Este satélite permanece aún en órbita junto con el cohete que lo lanzó. Ya no funciona y ya no sirve para nada. Es el primer satélite, la primera basura espacial, en este sentido”, dice la astrofísica en entrevista con Newsweek en Español.
De acuerdo con la doctora en astronomía, la basura espacial son aquellos objetos o restos de las actividades humanas en el espacio. Estos pueden colisionar con satélites que están en una misión, destruir el satélite en una colisión o ponerlo fuera de servicio, haciendo que acote la misión de ese satélite artificial.
LA BASURA ESPACIAL
Los desechos que abundan principalmente en el espacio, ya como residuos son restos de un satélite artificial, un pedazo de cohete, trozos de pintura o carburantes.
Kébé explica cómo se origina la basura espacial. Por ejemplo, cuando un desecho es destruido, entra en contacto con la órbita: “Vienen de un satélite, por ejemplificar, y puede ser que, por la luz del sol, que hace una presión sobre los satélites, esos residuos de pintura se conviertan en desechos espaciales.
“También el combustible de satélite que va a tener una fuga se convierte en bolitas de carburantes, es también basura espacial”, explica.
De acuerdo con la especialista en desechos espaciales, existe el peligro de impactar a la Tierra. Aunque se trata de un riesgo pequeño, estos llegan a caer en el océano o son destruidos por la atmósfera.
Cifras de la Agencia Espacial Europea citadas por Kébé señalan que alrededor del espacio se encuentran orbitando al menos 35,600 millones de desechos de más de 10 centímetros. Estos son los desechos más grandes, y a esos tamaños le siguen un millón de residuos de 1 a 10 centímetros, y, finalmente 130 millones de desechos de 1 milímetro a 1 centímetro.
Para detectar los desechos, Fatoumata Kébé explica que la Agencia Espacial Europea utilizan telescopios y radares, y que tiene cámaras y que los graban.
LIMPIEZAS ESPACIALES, A PRUEBA
Por ahora solo hay misiones de prueba. La técnica cambia, pero el proceso es el mismo. Cambiar la trayectoria de la basura espacial para que regrese a la tierra, eso es la limpieza de los desechos espaciales, que son de la órbita baja terrestre que está entre 160 y 2,000 kilómetros de altura sobre la superficie del planeta.
Enviar un satélite artificial al espacio cuesta, aproximadamente, 1 millón de dólares, pero el precio comienza a bajar con la llegada de empresas como SpaceX.
Fatoumata Kébé explica que la limpieza espacial es mucho más cara porque no es manejable, en comparación con enviar un satélite artificial al espacio.
“No podemos manejarlos. A nivel técnico es muy complicado. Nos hace falta mucha investigación al respecto, entonces la Agencia Espacial Europea trabaja con una empresa Suiza que se llama ClearSpace, y está tratando de quitar los restos de los cohetes”, señala.
El costo para realizar una misión de limpieza es de 120 millones de euros solamente por un objeto. “Es el inicio de todo esto, pero es muy caro”, recalca Kébé.
El anuncio de la primera misión de retirada de desechos espaciales se hizo en diciembre de 2020 cuando la ESA comunicó el cierre de un contrato por 86 millones de euros con un equipo industrial liderado por la empresa emergente suiza ClearSpace SA.
El objetivo de esta alianza fue adquirir un servicio único para realizar la primera misión de desorbitación de basura espacial.
Será en 2025 cuando ClearSpace lance la primera misión de retirada activa de desechos, ClearSpace-1.
“Estamos obligados a hacerlo porque ya hay tantos desechos que pueden chocar con los satélites. Estamos obligados a hacerlo inmediatamente, espero que no sea dentro de mucho tiempo porque toma mucho la investigación”, enfatiza Kébé.
LIMPIAR EL ESPACIO, UNA RESPONSABILIDAD DE TODOS
La especialista en medioambiente espacial señala que limpiar el espacio es responsabilidad de las empresas y las naciones que generan la basura.
Sin embargo, hasta ahora no existen leyes que regulen los principios de la limpieza espacial. Por lo pronto, las regulaciones que hay solo están enfocadas en evitar que haya desechos, pero no son respetadas.
La empresa que más satélites artificiales envía al espacio es SpaceX, compañía de Elon Musk. Actualmente tiene 180 satélites orbitando en el planeta Tierra, señaló la BBC en abril de 2021.
Para Fatoumata Kébé, la creciente preocupación por gestionar los residuos que orbitan en el espacio se debe también a que el riesgo de colisión ha aumentado en muy poco tiempo.
“En la época de la Guerra Fría no había más que los soviéticos y los estadounidenses, un poco Francia. Hoy son Canadá, Estados Unidos, México, Argentina, Nigeria, China, Corea del Sur, y sobre todo hay empresas privadas que habría que agregar”.
Respecto a los resultados que puedan tener las propuestas de limpieza del espacio, Kébé se reserva las previsiones futuras.
“Habrá que esperar a que lo probemos en el espacio”, concluye la especialista en medioambiente espacial. N