Hablar del cine de animación es pensar en Guadalajara, Jalisco, ciudad en la que se han creado proyectos alucinantes de este género cinematográfico y donde las mujeres realizadoras de animación y stop motion se han catapultado en esta industria, como sucede con Karla Castañeda, Sofía Carrillo y Rita Basulto.
Hoy día, Castañeda, Carrillo y Basulto son miembros de El Taller del Chucho, un proyecto que impulsó el director tapatío Guillermo del Toro y que busca proyectar el trabajo creativo de las y los futuros directores o productores de cine de animación en México.
Además, junto con René Castillo, León Fernández, Juan Medina y Luis Téllez, las tres directoras forman parte de “los siete magníficos”, es decir, siete directores de cine de animación muy reconocidos.
Los siete son un grupo de personas animadoras que fueron elegidas por Guillermo del Toro para apoyar sus proyectos creativos, explica Estrella Araiza, directora del Festival Internacional de Cine (FIC) en Guadalajara, en entrevista con Newsweek en Español.
“Los siete son muy buenos y le dedican muchísimo tiempo a lo que hacen, y eso los hace muy admirables. Creo que las nuevas generaciones son en las que nos deberíamos enfocar ahorita. Hay muchos que la están rompiendo y está bien chingón presenciar eso”, cuenta Araiza.
El FIC celebrará su edición número 37 del 10 al 18 de junio en la capital tapatía. Araiza explica que el trabajo de las mujeres dentro de la industria del cine mexicano ocupa un lugar preponderante.
LAS MUJERES GANAN ESPACIOS
En el cine de animación, indica, las mujeres ocupan espacios específicos en áreas como dirección, producción y dirección de fotografía o de arte a la par que los hombres.
“La industria en general siempre ha estado más hecha para que los hombres ocupen esos espacios o trabajos. Pero en cuanto a reconocimiento, creo que acá las mujeres son igual de reconocidas que los hombres”, explica.
Datos del Anuario Estadístico de Cine Mexicano 2021 del Instituto de Cinematografía (IMCINE) muestran que en dicho año se contabilizaron 259 largometrajes nacionales producidos. De este total, 25 por ciento fue dirigido por mujeres, y 43 por ciento tuvo a una mujer a cargo de la producción.
Además, el anuario señala que la participación de las mujeres en la realización cinematográfica se mantuvo en semejante proporción durante los últimos cuatro años. La producción y escritura de guion son las actividades en las que más destacaron.
En el documento se estima que, durante 2021, tan solo 111 mujeres estuvieron involucradas en tareas de producción y 87 guiones fueron escritos por una mujer. Incluso, el género cinematográfico que mayor presencia femenina tuvo en esta industria fue el documental.
Los temas que más desarrollaron fueron relaciones de pareja, migración, identidad cultural, violencia sexual, tecnología y relaciones interpersonales, diversidad sexual, identidad de género y sucesos históricos.
Memoria, masculinidades, maternidad, feminicidio, desaparición forzada, machismo, prácticas culturales, fiestas y tradiciones, deporte femenil, explotación de recursos naturales, rebelión, senectud, racismo, patriarcado, adolescencia, depresión y superación personal también fueron parte de los temas que más se desarrollaron.
“LA ANIMACIÓN VINO A ENSEÑARME LA PACIENCIA”
Para Araiza, el adentrarse en el cine de animación fue una forma de aprender a desarrollar nuevos proyectos con paciencia.
“En mi vida personal soy muy desesperada. Todo rápido, todo con prisa, y la animación ha venido a enseñarme muchas veces la paciencia”, explica.
En una serie de analogías del trabajo que realiza como directora del FIC, Araiza explica que tanto el producto como el desarrollo que conlleva realizar un trabajo de cine de animación la han llevado a adoptar los procesos de producción que este género cinematográfico tiene con resultados positivos.
Para Ariza, orquestar una nueva edición del FIC implica trabajar de la mano de sus equipos al ritmo de la animación, creando alianzas nuevas, asociándose con nuevas industrias que vengan a México para generar talleres o clases magistrales que motiven a más personas y se adentren en el sector cinematográfico.
El Festival Internacional de Cine en Guadalajara no podría concebirse sin la presencia del trabajo cinematográfico de Guillermo del Toro, quien en años recientes impulsó la creación de El Taller del Chucho, un proyecto que busca impulsar el trabajo de más personas dedicadas al cine de animación.
Para Araiza, este proyecto es un espacio de oportunidades, de identificar quiénes son las personas que realmente tienen esa hambre y pasión de hacer cosas. Y ser el sitio ideal donde ellas y ellos desarrollen su arte.
UNA IDEA MUY AMOROSA
“El Taller del Chucho es un espacio que se gestó desde una idea muy amorosa que está relacionada con la industria, pero que es posible. Eso es a lo que tenemos que enfocarnos todos, a que eso suceda”, añade.
Ante ello, Araiza coincide en que parte del corazón que alimenta cada edición de esta muestra de cine se debe a la admiración que el público de esa entidad tiene por Guillermo del Toro, un factor importante que les motiva para generar nuevos proyectos a favor de esta industria creativa.
Además de la admiración a Del Toro, Araiza señala que la juventud es también parte del motor que alimenta el trabajo del festival.
“Creo que el corazón en sí es el hambre de los jóvenes. O sea, nace de los jóvenes que quieren sobresalir en el espacio animado aun cuando tienen muchísimas inseguridades y animan. Y después de trabajar o antes de ir a trabajar, porque conoces esos casos.
“A mí eso me motiva muchísimo y yo siento que ese es el corazón de la animación en Jalisco porque hay chicos que solamente tienen un espacio, tienen una idea, y no tienen claro el objetivo a dónde llegar, pero adoptaron el medio. Entonces, seguir lo que hacen me parece precioso”, señala.
La edición 37 del Festival Internacional de Cine de Guadalajara se realizará del 10 al 18 de junio en Jalisco y tendrá como invitado de honor a Polonia. N