“Luz María Ramos es una mujer sensible, luchadora, fuerte que a lo largo de su vida tuvo que aprender que tenía un valor, tenía una responsabilidad, tuve que sacar adelante a mi familia, yo sola, y ellos fueron mi fortaleza”, son las palabras de la directora de enfermería de Hospital Angeles Puebla.
En esta ocasión, desde Newsweek Puebla, queremos reconocer la fuerza y perseverancia de grandes mujeres que son una fuente de inspiración para nuestra sociedad, como un tributo a su determinación.
Tuvimos la oportunidad de entrevistar a Luz María Ramos, quien nos comenta que el kínder al que asistía se encontraba cerca de una clínica del IMSS, ahí veía a las enfermeras salir con sus vestidos blancos, cofia y su capa azul, y las relacionaba con princesas.
Fue a la edad de 16 años que Luz María Ramos inicia sus estudios en la escuela de enfermería del Centro Médico Nacional, inspirada por las “princesas” del IMSS, además una desafortunada situación de enfermedad que obligó a su hermano a pasar mucho tiempo internado en un hospital, también la llevó a tomar la decisión de convertirse en enfermera.
Dentro de los retos para tomar el liderazgo como directora de enfermería en Hospital Angeles Puebla, señala que estuvieron la capacitación en teorías de enfermería, capacitación en el manejo de personal, cómo manejar situaciones críticas con familiares, con médicos o con el mismo personal, asimismo su organización personal, pues tenía que estar al frente de su familia y tuvo que mediar con sus hijos su tiempo de calidad, sin dejar de lado la responsabilidad laboral. Afortunadamente sus hijos fueron un gran apoyo, entendiendo lo que estaban enfrentando como familia.
Dentro de la entrevista nos comentó que la última vez que portó el uniforme de enfermera fue hace 6 años, pues aparte de ser directora de enfermería daba clases en una universidad, ahí le tocó dirigir el juramento enfermería que se llama “Paso de la luz”, le tocó otorgar la luz a las nuevas enfermeras que salían en esa generación, una gran responsabilidad “porque ya no era la princesa que yo vi en aquellos tiempos cuando yo era niña, ya era yo la que estaba haciendo el ejemplo para las nuevas generaciones, la que tenía que transmitir fortaleza, compasión, humanidad y el profesionalismo que se espera que tenga una enfermera”.