Al amparo de una política que impide el paso a los refugiados durante la pandemia, Estados Unidos está deteniendo a los ucranianos que intentan ingresar en el país.
Esta política contrasta con las adoptadas en muchas naciones europeas. Y, además, contradice la promesa del presidente Joe Biden en cuanto a que Estados Unidos recibirá “con los brazos abiertos” a los ucranianos desplazados por la guerra.
Newsweek obtuvo documentos que demuestran que las autoridades del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (ICE) han detenido refugiados ucranianos que intentan cruzar la frontera con México a fin de reunirse con parientes o amigos que viven en territorio estadounidense. Esta información ha sido confirmada mediante entrevistas con familiares y abogados.
Se desconoce cuántos ucranianos se hallan detenidos bajo la política sanitaria conocida como Título 42, normativa que la presidencia de Trump adoptó al iniciar la pandemia para cerrar el paso a los solicitantes de asilo… y que el presidente Biden ha mantenido argumentando consideraciones de salud pública.
Si bien Newsweek pudo comprobar, al menos, cinco detenciones de ucranianos, diversas fuentes hablan de casos adicionales (aún no confirmados), en tanto que los abogados migratorios afirman que hay muchos más.
NORMA DE SALUD SIN MODIFICACIONES
Los documentos que demuestran las detenciones del ICE, así como las entrevistas con familiares y otros interesados, revelan que la Casa Blanca no ha modificado la norma de salud para dar cabida a los refugiados de la guerra de Ucrania.
“Biden mantiene la política de cerrar la frontera, pues no ha derogado el Título 42. Y ahora el ICE detiene a los ucranianos que huyen de la invasión de su país. El presidente prometió que los recibiría con los brazos abiertos, pero no es así”, acusó Jennifer Scarborough, abogada de inmigración que ayuda a reunir a los refugiados ucranianos con sus familiares o amigos radicados en Estados Unidos.
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“Es incomprensible que, si los ucranianos tienen parientes y amigos con los cuales contactar aquí, no se les permita ingresar en el territorio estadounidense”, prosiguió Scarborough. “A menos de que [la presidencia Biden] cambie su política, la cantidad de detenciones seguirá en aumento”.
Desde que estalló la guerra, la Casa Blanca ha dicho que ayudará a los refugiados ucranianos que emigren a Estados Unidos. De hecho, Biden reiteró el mensaje el pasado viernes 11 de marzo.
“Enviaremos dinero, alimentos y ayuda para salvar al pueblo ucraniano. Y acogeré a los refugiados ucranianos. Debemos recibirlos aquí con los brazos abiertos si necesitan acceso”, prometió el mandatario.
3 MILLONES DE PERSONAS HAN HUIDO
Desde el mes pasado, cuando Rusia emprendió la invasión de Ucrania, unos 3 millones de personas han huido a Polonia y otras naciones vecinas. Y aun cuando muchos han decidido permanecer en Europa, cada vez son más los que viajan a México para cruzar la frontera con Estados Unidos.
Si bien los ucranianos están obligados a mostrar una visa de turismo para ingresar en territorio estadounidense, esta es muy difícil de obtener, sobre todo con tan poca antelación. México no presenta dicho impedimento, por lo que se ha convertido en la primera opción para los refugiados que buscan asilo en Estados Unidos.
En entrevista telefónica, Alina Kutsenko informó que, el 14 de marzo, la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP) detuvo a su prima, Natalya Skalska; al esposo de esta, Vitaliy; y a sus tres hijos pequeños cuando intentaban ingresar por el cruce fronterizo de San Ysidro (entre Tijuana, Baja California, México, y San Diego, California, Estados Unidos).
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Inmigrante ucraniana radicada en Sacramento, California, Kutsenko agregó que, tras la detención, Vitaliy contactó con parientes asentados en Estados Unidos para informar de los hechos.
Hasta la noche del 16 de marzo, los adultos seguían detenidos. Pero no queda claro si los niños permanecen con ellos o los separaron, agregó Kutsenko. “Estoy muy preocupada”, dijo Kutsenko. “¿Van a deportarlos o los retendrán mucho tiempo?”.
“NO SABÍA DE ESA NORMATIVA”
Inmigrante ucraniana residente de Carolina del Sur, Zina reveló que, a principios de marzo, las autoridades migratorias detuvieron a su hermano cuando intentaba ingresar en Estados Unidos.
Puesto bajo la custodia inicial de la CBP, después fue transferido a un centro de detención del ICE en Luisiana, donde ha permanecido casi dos semanas, agregó Zina, quien pidió a Newsweek no divulgar su nombre ni la identidad de su hermano.
Desde el traslado a las instalaciones del ICE, Zina ha hablado con su hermano en varias ocasiones. “Está muy deprimido. Dice que son los peores días de su vida”, lamenta. El Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos no ha respondido a peticiones de comentarios.
En entrevista telefónica, otros ucranianos que viajaron a México, mas no han intentado cruzar la frontera, revelaron a Newsweek que no tenían idea de que Estados Unidos estuviera rechazando peticiones de asilo bajo los términos del Título 42.
“No sabía de esa normativa”, protestó Pavel Vursichenko desde Tijuana, a donde llegó este martes acompañado de su familia y con la esperanza de encontrar la manera de cruzar a Estados Unidos. Añadió que, hasta la entrevista telefónica con Newsweek, nunca había oído del Título 42. “Nadie nos dice nada. La gente está desinformada”.
UNA LARGA TRAVESÍA
A poco de iniciar la invasión rusa, Vursichenko, su esposa y sus cinco hijos huyeron de su natal de Rus’ka Polyana. Tuvieron que aguardar varios días para cruzar la frontera con Polonia, y luego se refugiaron con amigos en la ciudad de Tarnów.
Vursichenko comprendió que no podrían quedarse indefinidamente en Polonia, así que la familia decidió hacer el intento de emigrar a Estados Unidos. Ahí vivirían con parientes hasta que terminara la guerra.
“De haber podido, nos habríamos quedado allá”, prosiguió. “Pero mis amigos tienen parientes en Ucrania, y ya hay muchos refugiados en Polonia. No es opción para el largo plazo”, agregó.
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Sus amigos colaboraron para comprar los boletos de avión de la familia, que volaría a Tijuana con conexión en Cancún, Quintana Roo, México. El martes, al llegar a su destino, se hospedaron en un hotel. Y al día siguiente alquilaron un Airbnb que costeó el hermano de Vursichenko, residente del sur de California.
“Pretendíamos permanecer en Estados Unidos hasta que acabara la guerra. Esperar allá hasta que pasara el terror, y entonces encontrar la manera de regresar [a Ucrania]”, explicó el contratista y electricista, quien deseaba cruzar a Estados Unidos, legalmente, con su familia, pero ahora duda de poder hacerlo.
OBSTÁCULO CASI INSALVABLE
A través de algunos abogados que auxilian a los ucranianos a pedir asilo en Estados Unidos, Newsweek se enteró de que el Título 42 es un obstáculo casi insalvable. Los aspirantes pueden pedir una exclusión de la norma. Y si bien los agentes de la patrulla fronteriza pueden resolver casos individuales, rara vez otorgan exenciones, situación que no ha cambiado desde que inició la guerra en Ucrania.
“El Título 42 ha vuelto casi imposible que los ucranianos entren en Estados Unidos, aun cuando tengan amigos y familiares que los acojan”, dijo Natalie Moores, abogada de San Diego que trabaja con refugiados de la guerra.
Cuando empezó la pandemia, Donald Trump implementó dicha política con el argumento de que era necesario cerrar la frontera para contener la propagación del covid-19.
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Y Biden la ha mantenido, pese a las críticas demócratas en el Congreso y a las protestas de los defensores de la inmigración, quienes arguyen que no hay justificación desde la perspectiva de salud pública.
El Título 42 ha conducido a la expulsión de 1.6 millones de migrantes que buscaban asilo en Estados Unidos, muchos de ellos procedentes de México y Centroamérica.
LA PANDEMIA, EXCUSA PARA CERRAR EL PASO
La semana pasada, los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC) anunciaron modificaciones en la normativa para que los menores no acompañados soliciten asilo en el país.
Y este martes, al preguntarle si la presidencia contemplaba un cambio más amplio en la política, Jen Psaki, secretaria de prensa de la Casa Blanca, respondió que la decisión dependía de los CDC.
La postura estadounidense ante la crisis de refugiados contrasta dramáticamente con la de los países que comparten frontera con Ucrania.
Las naciones europeas no argumentan la pandemia como excusa para cerrarles el paso. Por el contrario, han respondido con toda celeridad, abriendo sus puertas al creciente éxodo de ucranianos que huyen de la guerra.
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Según datos de Naciones Unidas, Polonia ha acogido a 1.8 millones de refugiados ucranianos, más que cualquier otro país. Por su parte, Rumania ha brindado asilo a casi medio millón de refugiados, mientras que la República de Moldavia, Hungría y Eslovaquia han recibido a más de 200,000 ucranianos.
Funcionarios de la ONU advierten que esta podría convertirse en la mayor crisis de refugiados que Europa haya visto desde la Segunda Guerra Mundial.
Vursichenko comentó que, antes de la guerra, nunca pensó en abandonar Ucrania ni vivir en Estados Unidos. Ahora, desde el alquiler Airbnb en Tijuana, confiesa que solo desea que su familia llegue a Estados Unidos. “Mas no sé cómo llegaremos allá”, concluyó. N
(Publicado en cooperación con Newsweek / Published in cooperation with Newsweek)