Hace ocho décadas, Gustav y Emma Mayer perdieron la mayoría de sus pertenencias cuando escaparon de Alemania, en la víspera de la Segunda Guerra Mundial. Hace unos días, una pintura que les pertenecía fue devuelta a sus nueve bisnietos.
Los Museos Reales de Bellas Artes en Bruselas, Bélgica, devolvieron “Flores”, de Lovis Corinth, a la familia el pasado 10 de febrero, según The Guardian. La pintura, de 1913, de naturaleza muerta, retrata flores rosadas en un jarrón azul.
La obra era una entre 27 que los museos enumeraron en una base de datos en línea sobre piezas con una historia de propiedad incierta. Los abogados de los descendientes de los Mayer preguntaron por primera vez por “Flores” en 2016. Es la única obra en la colección que ha sido restituida.
Se sabe que los nazis saqueaban y destruían el arte que consideraban como poco alemán, judío o “degenerado”. De manera simultánea, muchas piezas de arte fueron abandonadas por los judíos que huían por sus vidas. En las décadas siguientes fue difícil determinar la procedencia —o lugar de origen— de la propiedad cultural que sobrevivió, y demostrar qué había sido robado o quién lo poseyó antes.
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Los Mayer llevaban una vida adinerada en Frankfurt, donde tenían un negocio y poseían 30 pinturas. Huyeron a través de Italia y Suiza antes de llegar a Bélgica, en 1938. Durante una estadía de 14 meses en Bruselas, la pareja dejó su colección de pinturas en un almacén, y llegó a Gran Bretaña días antes de que la guerra comenzara. “Flores” es la única pintura que ha sido recuperada.
Los Mayer no vivieron para ver el final de la guerra. Gustav ya era viejo y murió de mala salud en 1940; Emma lo siguió cuatro años después. En 1943, todo el arte de los Mayer en Bruselas había sido robado por los nazis. “Flores” les fue confiada a los Museos Reales de Bellas Artes en 1951, después de que los investigadores no pudieron determinar sus registros de propiedad.
Imke Gielen, abogada residente en Berlín que representa a los descendientes, dijo a The Guardian: “Ellos están contentos de que por lo menos una de las pinturas perdidas se haya identificado después de 80 años y ahora haya sido regresada”.
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Michel Draguet, director del museo, no sintió remordimiento por perder “Flores”, según comentó a la publicación: “Nunca compramos esta pintura, nunca fuimos los propietarios, fuimos los custodios en nombre del Estado belga”.
Los bisnietos de Gustav y Emma, quienes ahora viven en el Reino Unido, Sudáfrica y Estados Unidos, seguirán buscando las 29 pinturas restantes de la colección Mayer. Es una tarea abrumadora, ya que no tienen imágenes de las obras perdidas, y deben depender de descripciones transmitidas de memoria. N
(Publicado en cooperación con Newsweek / Published in cooperation with Newsweek)