Al menos 156 personas murieron de sarampión en Afganistán en enero, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Las cifras alertan de la gravedad de la explosión de casos.
En enero se han notificado más de 35,000 casos, el 90 por ciento de ellos de niños menores de cinco años. El portavoz de la OMS dijo que “es probable que el número de casos y muertes aumente en las próximas semanas”.
“El aumento de casos es especialmente preocupante dados los altos niveles de malnutrición en Afganistán. La malnutrición debilita el sistema inmunitario, y nos hace más vulnerables a enfermar de gravedad e incluso morir, sobre todo a los niños”, explicó Christian Lindmeier.
En respuesta a esta explosión de casos, la OMS y sus socios se están movilizando para inmunizar a tres millones de personas.
“La campaña comenzará en mayo o antes, si es posible”, informó la OMS. En diciembre, una campaña de vacunación inoculó a 1,5 millones de niños en las zonas más afectadas por el sarampión.
El sarampión es endémico en Afganistán, con casi todas las provincias reportando casos sospechosos cada año. Después de períodos de menor transmisión en 2019 y 2020, las notificaciones semanales de presuntos casos de sarampión han ido en aumento en todas las provincias desde finales de julio de 2021. Sin embargo, se ha observado en enero pasado el mayor número semanal.
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El número de casos y muertes aumentó un 18 por ciento y un 40 por ciento, respectivamente, desde la semana 4 de 2022 (semana que comienza el 24 de enero) hasta la semana 5 de 2022 (semana que comienza el 31 de enero).
“Aunque el número de muertes es relativamente bajo, el rápido aumento de los casos sugiere que la tendencia de las muertes reportadas continuará aumentando drásticamente en las próximas semanas”, informó la OMS.
El sarampión es muy contagioso pero prevenible por vacunación. La enfermedad es causada por un virus que se transmite por aire y a través del contacto directo con casos infectados.
Los niños pequeños no vacunados tienen el mayor riesgo de sarampión y sus complicaciones (por ejemplo, neumonía y encefalitis), incluida la muerte. Los brotes de sarampión pueden resultar en epidemias con una alta tasa de letalidad, especialmente entre los niños pequeños y desnutridos.
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Afganistán se considera un entorno frágil, afectado por el conflicto y vulnerable. El país se ha enfrentado a años de crisis agravadas, falta de inversión, inestabilidad y sequía. Afganistán tiene el mayor número de personas en inseguridad alimentaria de emergencia en el mundo. Según Unicef, 14 millones de personas en Afganistán se enfrentan a una grave inseguridad alimentaria. Se estima que 3,2 millones de niños menores de cinco años sufren de desnutrición aguda. N
