LA CORTE Interamericana de Derechos Humanos (Corte-IDH) dictaminó que el Estado colombiano tiene responsabilidad en el secuestro y tortura de la periodista Jineth Bedoya a manos de paramilitares de ultraderecha en 2000.
La sentencia del caso Jineth Bedoya, dada a conocer este lunes, declara al Estado de Colombia responsable internacionalmente por la privación de libertad, tortura, violación sexual, y la impunidad parcial del caso, en perjuicio de la periodista y su madre.
“La Corte declaró responsable al Estado por los hechos ocurridos en contra de Jineth perpetrados por terceros, debido a la existencia de indicios graves, precisos y concordantes de la participación estatal, incluida la tortura física, sexual y psicológica de la que fue víctima”, informó la CIDH a través de su cuenta de Twitter.
También señaló que el Estado es responsable por la violación al derecho a la liberta de expresión de Jineth puesto que “los ataques tuvieron como objetivo silenciarla, intimidarla y castigarla por su labor periodística, generando un efecto amedrentador en las voces de otras mujeres”.
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El Tribunal destacó que el caso se enmarca en un contexto de violencia contra periodistas y de violencia sexual contra mujeres en el conflicto armado interno, lo que sumado a otras circunstancias “la colocaban en una situación doblemente vulnerable, por ser mujer y periodista”.
Esta es la primera sentencia en que la Corte desarrolla el impacto diferenciado de la violencia contra mujeres periodistas, en especial la violencia sexual, el riesgo que enfrentan, y resalta la importancia de adoptar medidas de prevención y protección acordes a ese riesgo.
La Corte exigió sancionar a los agentes estatales implicados y afianzar mecanismos de reparación simbólicos para las víctima de violencia sexual.
Las reparaciones ordenadas incluyen crear un centro estatal de memoria y dignificación a víctimas de violencia sexual; recopilar datos sobre violencia contra mujeres periodistas y crear un fondo para prevenir, proteger y asistir a mujeres periodistas víctimas de violencia.
Engañada con la promesa de entrevistar a un recluso, Bedoya fue retenida por secuestradores que la sometieron durante unas 10 horas a “agresiones verbales y físicas, dentro de las que se incluye una violación sexual por parte de varios” de ellos. Luego fue abandonada desnuda al borde de una carretera cerca a Villavicencio, una ciudad a unos 123 kilómetros de Bogotá. N