DE TIEMPO Y CIRCUNSTANCIAS
«No se puede promover la fraternidad del hombre incitando el odio entre las clases»: William Boetcker
EL MES patrio llega a su fecha cumbre: la ceremonia del grito. Hace un año, en el artículo correspondiente a esta fecha, al describir las condiciones que imperaban en la Colonia en 1810, publicamos el siguiente párrafo:
“En el orden divino de la Colonia había españoles, criollos, indios y negros. En esta división, los españoles y criollos eran “gente de casta limpia”; los indios, “gente sin razón”, y los negros, “infames por derecho”. Los indios trabajaban comiendo lo menos posible, los blancos cobraban por el trabajo de los indios lo más posible, y el odio entre las castas sentaba sus reales”.
En aquel tiempo, el odio era el combustible que animaba a los oprimidos para jugarse la vida en una guerra, en la que vengaban siglos de opresión, y en la que, bien a bien, aparte del desquite, no sabían para qué peleaban.
La guerra de Independencia prometió tres cosas: libertad de España, unidad de religión y unión entre los bandos de guerra. Pero por algún misterio tropical la unión nomás no se nos daba. México destrozó durante la guerra de Independencia su infraestructura productiva, y al conquistar la libertad no pudo reconstruirla. Porfirio Díaz controló a las fuerzas beligerantes y el potencial del país afloró. Un país rico pudo salir de la perenne bancarrota en que vivía inmerso, y se ganó el respeto del mundo. La dictadura de Díaz adolecía de un defecto: la manía del dictador por el poder. Díaz se aferró a la silla y el resultado fue otra guerra: la Revolución Mexicana.
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Esta volvió a destrozar lo que se había construido. Una vez más la división se materializó entre los mexicanos y, al triunfo de la causa revolucionaria encabezada por Madero, los pleitos siguieron. A Madero lo mató Huerta, a Huerta lo desterró Carranza, a Carranza lo mató Obregón y Obregón fue asesinado, presuntamente, por Calles.
Con Calles comenzó otra época de paz y orden en México cuyo momento cumbre fue el desarrollo estabilizador. Una época de crecimiento extraordinario.
El sistema estaba controlado por un partido político: el PRI; el poder cambiaba cada seis años. Los grupos políticos se turnaban el mando y los beneficios del poder. La corrupción estaba acotada por el presidente de la república, y cuando algún político se pasaba de la raya el propio sistema lo llamaba al orden.
El aumento de población y el cambio en las condiciones tanto internas como externas hizo que el sistema caducara y perdiera su efectividad. Comenzó entonces un movimiento pacífico para dejar la dictadura de partido y conquistar la democracia; al cabo, el pueblo comenzó a elegir a sus gobernantes.
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Hoy tenemos un partido en el poder que utiliza el odio entre grupos como combustible, esta vez no para la guerra, sino para dividir a la sociedad y allegar adeptos a una causa que conforme avanza va probando su ineficacia, y bien a bien, no define sus objetivos.
El 15 de septiembre de 2021 nos encuentra en singulares condiciones. Tras dos años de pandemia y tres del gobierno en turno, una característica distingue al país, y es la polarización. Un discurso de chairos y fifís, decentes e indecentes, buenos y malos, ha campeado en la política.
Ricardo Monreal en una alocución en el Senado dijo que ellos solo habían gobernado tres años, en cambio, los neoliberales duraron 100 años gobernando, y les habían heredado un país en la miseria. Pero al decirlo olvidaba, tal vez por ingenuidad, que en 1988 y 1991 fue diputado, y en 1997 fue senador militando en el PRI. En 1998 fue gobernador de Zacatecas por el PRD y durante su gestión la deuda del estado creció de 98 millones de pesos cuando inició, a 370 millones de pesos al final de su periodo1. Un incremento de más del 300 por ciento. Hoy Zacatecas, de acuerdo con un artículo de Nexos de marzo de 2021, es un estado económicamente débil en una región potente. Es decir, Ricardo Monreal como gobernador de Zacatecas fue parte de ese gobierno anterior al que culpa de la herencia de miseria.
POLÍTICA DE CONFRONTACIÓN
El gobierno de Monreal no es el tema, pero su política de confrontación sí. Una política absurda que justifica sus fracasos buscando culpables, atizando el odio entre grupos, canalizando las frustraciones de un sector de la población, pero ni ha incrementado el nivel de vida de esa población ni está llevando al país a buen puerto en salud, economía, educación o seguridad.
El resultado de esto se encuentra a la vista. La fuga de capitales bate récords, el año pasado salieron más de 10,500 millones de dólares de inversionistas extranjeros, y en julio de este año había salido el 80 por ciento de lo que salió el año pasado.
Mientras tanto, en la esquina de enfrente, la oposición ve cómo uno de sus aliados, el PAN, dio el bandazo hacia la extrema derecha cuando el senador Julen Rementería invitó al líder de Vox2, Santiago Abascal, y firmaron junto con la mitad de los senadores del PAN la Carta de Madrid.
Las ideas de la carta establecen una posición ideológica que condena al comunismo; nada más. Lo que resulta preocupante son los usos y costumbres de quien las propone, pues están ligados a una derecha populista que resulta, en la práctica, tan mala como la izquierda populista. En ambas corrientes sus líderes se asignan la gerencia de la verdad y condenan al que piensa diferente separándolo de los buenos.
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Es cierto que Rementería al final reculó, y dijo que lo de la carta fue un desvarío. López Obrador por toda respuesta invitó al presidente de Cuba a los festejos patrios.
Chairos y fifís escenifican una batalla de rudos contra técnicos. Se disputan el poder, y presumen aliados incómodos. El respetable toma partido, se divide y la unión de los sectores productivos se va al cesto de la basura, el crimen organizado aprovecha los vacíos y se fortalece. El mundo nos contempla y toma nota, mientras la realidad se nos viene encima, y nuestra economía lo resiente.
En el paquete presupuestario para 2021 los gastos se suponen en 7,000 millones de pesos y los ingresos se suponen en 6,100 millones. Faltan 900 millones de pesos. El secretario de Hacienda cree, con optimismo, que la inversión extranjera logrará reducir el déficit; esto es poco probable; pero contratar deuda será imperativo. La falta del apoyo de la inversión extranjera hará que el dinero, para mantener el país a flote, salga más caro y frene aún más el de por sí menguado desarrollo.
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El arte de la política consiste en conciliar posiciones, encontrar afinidades y coincidencias entre intereses apartados para colaborar en un fin común. La fiesta de la Independencia nos recuerda que nos separamos del Imperio español para decidir por nosotros mismos nuestro destino; el destino de una nación conformada por la unión de dos razas mezcladas en un espacio compartido, y en esa cercanía tenemos que unir esfuerzos. Solo así lograremos salir del marasmo en el que nos estamos hundiendo y sacar al país de la barranca.
Nuestra democracia se encuentra en un momento álgido. Mientras el PAN se da balazos en el pie, el PRI, casi en el sótano, se convierte en el partido bisagra que puede desarticular a la oposición. La democracia es un proceso que requiere de madurez, y esta solo se adquiere ejerciéndola. Sé que, aunque vienen años complicados, habremos de encontrarla. También sé que hemos estado en peores, y de peores hemos salido. México, contra todo, siempre ha salido adelante. Hoy y siempre que ¡viva México!
VAGÓN DE CABÚS
Hoy cumplimos dos años en este espacio. Gracias a Newsweek México y a sus editores por cobijarnos dentro de la revista, pero, sobre todo, gracias a ustedes, queridos lectores, por acudir a nuestra cita quincenal. De todo corazón, ¡Gracias!
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1. Fuente: Cámara de Diputados, Subdirección de Análisis Económico, Centro de Estudios de las Finanzas Públicas.
2. Vox es un partido político español de ultraderecha.
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Salvador Casanova es historiador y físico. Su vida profesional abarca la docencia, los medios de comunicación y la televisión cultural. Es autor del libro La maravillosa historia del tiempo y sus circunstancias. Los puntos de vista expresados en este artículo son responsabilidad del autor.