EL GOBERNADOR de Florida, Ron DeSantis, puso fin este lunes a todas las medidas y restricciones vinculadas al covid-19 en el estado del sureste estadounidense argumentando la eficacia de las vacunas, en una decisión criticada por alcaldes demócratas.
DeSantis firmó una ley que invalida a partir del 1 de julio las órdenes de emergencia de condados y ciudades que imponen restricciones debido al covid-19, y además firmó una orden ejecutiva que “cubre la brecha” de aquí a entonces.
“Esto es lo que hay que hacer en base a la evidencia”, dijo el gobernador republicano en una rueda de prensa en St. Petersburg, en el oeste, refiriéndose a la reducción de contagios y muertes gracias al avance de la vacunación.
Cerca de nueve millones de personas -41,9% de un total de 21,5 millones de residentes- recibieron al menos una dosis de la vacuna en Florida, según el Departamento de Salud.
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“En este punto, las personas que no han sido vacunadas, ciertamente no ha sido por falta de disponibilidad”, añadió.
La vacuna fue habilitada el viernes pasado para todos los mayores de 16 años sin necesidad de que demuestren su residencia en el estado, un documento que se requería desde enero para enfrentar la alta demanda inicial.
Esto habilitó la vacunación para las personas indocumentadas, que tenían dificultades para demostrar su residencia, y, de forma tácita, invitó al llamado turismo de vacunas.
DeSantis criticó además las estrictas medidas de seguridad sanitaria que siguen en pie en otros estados del país.
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Dijo que, a estas alturas, quienes aún necesitan “vigilar” a los residentes “están diciendo que no creen en las vacunas, no creen en los datos, no creen en la ciencia”.
Las vacunas de Pfizer, Moderna y J&J están disponibles, en muchos casos sin cita, en centros federales, estatales y de los condados; además de ser accesibles en numerosas farmacias y supermercados.
DeSantis añadió que ni el estado ni los gobiernos condales y municipales pueden cerrar negocios por incumplir medidas relativas a la pandemia.
La ley también prohíbe a las empresas exigir “pasaportes de vacunas” a sus empleados o clientes, algo que el gobernador ya había decretado por orden ejecutiva el 2 de abril.
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Esto coincide con la reciente decisión de los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC) de permitir el reinicio de los cruceros a mediados de julio, siempre que el 98% de los tripulantes y el 95% de los pasajeros estén vacunados.
La noticia del jueves pasado fue bienvenida por Norwegian, Carnival y Royal Caribbean, basadas en el sur de Florida y consideradas las tres líneas de cruceros más grandes del mundo.
Pero no estaba claro de inmediato cómo van a convivir los requerimientos de los CDC junto a esta nueva ley estatal.
Tras el anuncio de DeSantis, varios alcaldes demócratas criticaron su decisión. La alcaldesa del condado de Miami-Dade, el más poblado de Florida, dijo en un comunicado que estaba “profundamente preocupada”.
“Todavía estamos en una emergencia de salud pública y nuestra economía no se ha recuperado completamente de la crisis”, dijo Daniella Levine-Cava, recordando el peligro que representan las variantes del covid-19.
“Insto a nuestra comunidad a seguir usando el sentido común para prevenir la propagación del virus”, prosiguió la alcaldesa.
También el alcalde de Miami Beach, que concentra el turismo miamense en el sur del estado, manifestó su desacuerdo.
“La orden básicamente establece que la crisis del covid terminó en el estado de Florida”, dijo Dan Gelber al diario local Miami Herald.
“Bajo ningún conjunto de criterios objetivos estamos a salvo todavía”, añadió.
Este lunes, Florida registró cerca de 3.000 nuevos casos de coronavirus y 41 muertes. En total, fallecieron 36.000 personas en el estado desde que comenzó la pandemia en marzo.
Rick Kriseman, el alcalde demócrata de St. Petersburg, se sumó a las críticas al acusar que “esta ley no es para la protección de los floridanos: es política y esto no debería ocurrir”. N