Washington y Bagdad han acordado este miércoles que no habrá bases extranjeras en territorio iraquí, que “únicamente” acogerá a soldados estadounidenses y de la coalición internacional para ayudar en su lucha contra Estado Islámico.
“Las bases con presencia estadounidense y de la coalición son instalaciones iraquíes y su presencia es únicamente para apoyar el esfuerzo de Irak en la lucha contra Estado Islámico”, señala el Departamento de Estado de Estados Unidos, con motivo del tercer encuentro entre ambos países para abordar la situación en Irak.
En ese sentido, Washington ha señalado que la presencia estadounidense en Irak es fruto de una “invitación” del Gobierno iraquí “para apoyar” a sus Fuerzas de Seguridad en su lucha contra este grupo terrorista, centrándose “en tareas de entrenamiento y asesoramiento”.
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Por su parte, el asesor de Seguridad Nacional de Irak, Qasim al Araji, ha asegurado que Estados Unidos “ha prometido” retirar de Irak “una cantidad importante de sus efectivos”.
Se trata del tercer encuentro que mantienen ambos países para delimitar el estatus de las tropas estadounidenses en Irak, así como un repliegue de las mismas, desde que el pasado mes de junio de 2020 comenzara la primera ronda de estos diálogos.
En la segunda de esas reuniones, celebrada en la Casa Blanca en agosto del año pasado, el por entonces presidente de Estados Unidos, Donald Trump, prometió que la presencia de las tropas de la coalición internacional se retirarían por completo de Irak a lo largo de los tres próximos años.
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El Parlamento de Irak aprobó por mayoría el pasado 5 de mayo de 2020 expulsar a las tropas extranjeras de su territorio, así como revisar sus políticas de cooperación internacional, después del asesinato dos días atrás del general iraní Qasem Soleimaní cuando se encontraba en el Aeropuerto de Bagdad por parte del Gobierno de Estados Unidos.
“Los dos países reafirmaron la importancia de la relación estratégica y su determinación de continuar tomando medidas para mejorarla en interés de ambos para lograr seguridad, estabilidad y prosperidad en la región”, cierra el comunicado del Departamento de Estado, en el que también se hace referencia a otras cuestiones como la lucha contra el coronavirus, la mejora de las libertades sociales en Irak, o una reforma del sector energético.