Las altas temperaturas en la Península y el anuncio de cambiar de naranja al amarillo en el semáforo epidemiológico para Yucatán, porque los contagios han bajado, provocaron que la gente bajara la guardia y se volcara a las playas en el sábado y domingo.
Durante varias semanas en diferentes períodos de tiempo, las playas y el malecón de Progreso, y otros sitios turísticos estuvieron cerradas al público para evitar contagios, sin embargo, con el semáforo en amarillo las restricciones son menores.
Los restaurantes y hoteles también aumentaron la visita de clientes, permitidos por las reglas del semáforo epidemiológico, que por 10 meses mantuvo a Yucatán semiparalizado.
La afluencia de visitantes a las playas, en especial Progreso, Chelem, Chicxulub, Telchac por su cercanía con Mérida, movilizó también a la policía estatal que instaló retenes a lo largo del camino.
Desde este lunes el “toque de queda” que impide libre tránsito entre las 11:30 de la noche y las 05:00 de la mañana, se elimina hasta el miércoles, el jueves, viernes y sábado se vuelve a imponer. La policía estatal instalará retenes de alcoholímetro los días de libre tránsito, principalmente en el periférico de Mérida, sitio de múltiples accidentes.