FREDDIE Mercury, un cachorro foca —no el famoso líder de Queen—, se convirtió en una especie de tesoro nacional en Gran Bretaña, a principios de año, luego de que un programa matutino presentó su historia, pues había sobrevivido hasta llegar al río Támesis.
Freddie fue reconocido por la población de Londres y recibió su nombre por su hábito de entretener a los transeúntes que a menudo lo veían en el río.
Sin embargo, The Daily Mail informó que la foca fue víctima de un ataque de un perro el domingo. A pesar de los mejores esfuerzos de los rescatistas y el apoyo del público, Freddie fue sacrificado horas después.
Según The Daily Mirror, el incidente que llevó a la prematura muerte de Freddie fue en realidad su cuarto rescate. Apenas unas semanas antes, la cría de foca tuvo que ser “sacada del Támesis en Teddington Lock después de que un pescador la atrapara por la boca”. Su rescate atrajo la atención nacional en el Reino Unido.
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La etiqueta de la aleta de Freddie también indicó dos rescates anteriores en Europa, primero después de que lo encontraron huérfano en una playa en los Países Bajos y nuevamente en Calais después de contraer el gusano pulmonar. Fue desde Calais que Freddie se dirigió al Támesis.
Freddie, de nueve meses, se estaba relajando cerca del río Támesis en Londres cuando un perro lo atacó. Las fotos muestran a varios peatones tratando de intervenir al presenciar la conmoción y alejando al perro. Luego usaron sus cuerpos para protegerlo hasta que llegó la asistencia médica al lugar.
La foca sufrió heridas importantes, incluidas “laceraciones profundas en el cuello y la aleta”.
Al menos dos personas también resultaron heridas en la conmoción, incluida la veterinaria Rachel Kirby, que fue mordida en el muslo y la mano.
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Después de que fue admitido inicialmente para recibir tratamiento médico, no estaba claro si la condición de Freddie mejoraría. Sin embargo, el lunes, el South Essex Wildlife Hospital publicó una triste noticia sobre la salud de Freddie en un comunicado en Twitter.
“La aleta está muy hinchada y, a pesar de los antibióticos y el alivio del dolor, claramente se siente muy incómoda y reacia a comer. Sospechamos que la infección se está extendiendo y con las otras mordeduras en su cuerpo se siente muy miserable”, escribieron.
“En esta etapa creemos que la única opción ética y justa que tenemos es poner fin a su sufrimiento”, anunciaron.
La declaración emitida por el South Essex Wildlife Hospital también incluyó una nota de precaución para prevenir tragedias futuras, pidiendo a los dueños de perros que los mantengan con correas y eviten acercarse a las focas, pues la historia de Fredy no es aislada. N
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Publicado en cooperación con Newsweek / Published in cooperation with Newsweek