En el último año, marcado por la pandemia del Covid-19, los índices de violencia familiar se incrementaron hasta en un 42%, siendo los niños y adolescentes los principales afectados, según informó la directora del DIF Estatal, Karla Esparza Lazalde.
Comentó que las causas principales que se han detectado son la crisis económica y el contexto psicológico de la pandemia, que ha alentado el aislamiento y las limitaciones en la vida cotidiana.
“La violencia sí aumentó, les puedo decir que aumentó en un 42%, lo sabíamos, el tema de la pandemia hizo sus estragos y hubo un aumento de violencia en los adolescentes. Sabemos que la situación económica no ayuda y no apoya, empieza a salir la negatividad en las familias que no tienen las herramientas para salir adelante”.
Los casos que aumentaron en mayor proporción son los relativos a violencia física contra adolescentes.
Actualmente hay 78 infantes en Casa DIF en proceso de pérdida de patria potestad, o ya complementado, luego de que se confirmaran abusos, maltratos y actos de violencia en su contra al interior de sus familias.
La edad de los menores varía, de un año hasta los 15 años, aunque no pueden estar más de un año y medio en reguardo de la autoridad estatal.
“Les puedo decir que aumentó la cifra de menores resguardados, aunque uno de los principales derechos de los niños es vivir en familia, lo que hace entonces el DIF es poder reunificarlo con su familia de origen o su familia extensa. El parámetro es que aproximadamente la cifra de niños aumentó entre un 30 o un 35%, ahorita tenemos 78 niños de entre un año y 15 años de edad”.
Al respecto, Esparza Lazalde mencionó que el objetivo principal del organismo es proteger y restituir los derechos a los niños y adolescentes, por lo que cada caso es evaluado para definir si lo mejor es que sean reincorporados a sus familias de origen, a sus familias extensas, o en su caso que pueda completarse el proceso para que sean puestos en adopción o en familias de acogida, mientras se define su situación jurídica.”
“La procuraduría no es una instancia que se encargue de castigar, de perseguir o de investigar, la procuraduría tiene la facultad de proteger y de restituir derechos. Con otras instancias, por ejemplo, con fiscalía y con las policías estatal y municipal, estar atentos de cualquier reporte y que, si alguna niña, niño y adolescente corre peligro su vida, nosotros estar atentos para salvaguardar”.