Organizadores de eventos sociales protagonizaron una marcha pacífica para exigir al gobierno estatal y municipal, que les permitan trabajar luego de casi un año de que se han mantenido cerrados los salones de fiestas y banquetes.
Para reducir el contagio de COVID-19 el gobierno decretó la prohibición de reuniones masivas, que incluye cualquier fiesta, boda, quince años o reuniones sociales, lo que tiene al borde de la quiebra a decenas de empresarios del ramo, que urgen la necesidad de abrir o quebrarán.
Bajo el lema y hashtag de redes sociales Unidos por un evento seguro, los organizadores de bodas, graduaciones y quince años, caminaron bajo las medidas de sana distancia.
Aunque el gobierno tiene prohibidas las fiestas masivas, ha permitido o ha querido pasar por alto, reuniones en múltiples domicilios particulares de decenas de personas, así como inauguraciones y eventos sociales, sin las mínimas normas sanitarias, lo que es injusto e inequitativo.
Fotografías: Armando Rodríguez