EL PRESIDENTE de Estados Unidos, Joe Biden, anunció medidas contra la junta militar de Birmania, incluyendo el congelamiento de sus activos en territorio estadounidense, también pidió a los generales a renunciar al poder tras el golpe de Estado de la semana pasada.
Este miércoles durante su primera visita al Pentágono, dijo: “Aprobé una nueva orden ejecutiva que nos permite sancionar de inmediato a los líderes militares que dirigieron el golpe, sus intereses comerciales y a familiares cercanos”.
“Hoy vuelvo a pedir a los militares birmanos que liberen inmediatamente a los líderes políticos y activistas democráticos que están deteniendo, incluyendo a Aung San Suu Kyi y también a Win Myint, el presidente”, agregó Biden.
Biden exigió a los militares a abandonar el poder, además dijo que su administración cortará el acceso de los generales a 1,000 millones de dólares en fondos en Estados Unidos y que pronto revelará nuevas sanciones.
El presidente de Estados Unidos dijo que mantendrá el apoyo a la atención médica, Biden agregó que la gente de Birmania “está haciendo oír su voz y el mundo está mirando”.
Este miércoles los birmanos volvieron a las calles por quinto día consecutivo pese a la violenta represión y el ataque nocturno del ejército contra la sede del partido de Aung San Suu Kyi.
Decenas de miles de personas, según varias estimaciones, marcharon por el centro de Rangún, la capital económica del país, pese al recrudecimiento de la represión el martes.
“Haremos cualquier cosa para rechazar al gobierno militar”, dijo a la AFP Kyaw Kyaw, un empleado de hotel.
“No queremos dictadura. Tengo un poco de miedo después de la represión de ayer”, dijo por su parte el estudiante Khin Nyein Wai.
En el estado de Kayah, en el este, algunos policías se unieron a los manifestantes, de acuerdo con medios locales. N