“ESTE es el día de la democracia, un día de historia y esperanza, de renovación y resolución”, fueron parte de las primeras palabras en el discurso del ahora presidente número 46 de Estados Unidos, Joe Biden.
El discurso del mandatario tras la juramentación duró aproximadamente 20 minutos e inició con la sentencia: “La voluntad del pueblo se ha escuchado y la voluntad del pueblo se ha acatado”.
Biden dijo que este día se celebra el triunfo no de un candidato, sino de una causa: la causa de la democracia. Se ha escuchado la voluntad del pueblo. “Hemos aprendido de nuevo que la democracia es preciosa. La democracia es frágil. Y a esta hora, amigos míos, la democracia ha prevalecido.
“Hoy, en este día de enero, toda mi alma está en esto: Unir a Estados Unidos, unir a nuestro pueblo, unir a nuestra nación”, expresó.
Recordó los ataques del 6 de enero pasado en Washington y dijo: “Ahora, en este lugar sagrado donde hace solo algunos días la violencia trató de sacudir los pilares mismos del Capitolio, nos unimos como una sola nación indivisible para la transferencia pacífica del poder como lo hemos hecho por más de dos siglos”.
Joe Biden invitó a mirar hacia adelante de una manera “incansable, audaz, optimista y ponemos la vista en la nación que sabemos que podemos ser y debemos ser”.
Agradeció la presencia de sus predecesores, Barack Obama y Bill Clinton, así como al expresidente Jimmy Carter, quien no asistió al invento por primera vez desde que abandonó la Casa Blanca, en 1981.
“Hablé con el expresidente Carter anoche. No pudo acompañarnos hoy, pero aquí lo reconocemos por toda una vida de servicio”, explicó Biden.
El presidente también dijo que “la historia de Estados Unidos no depende de ninguno de nosotros individualmente, sino de todos nosotros que buscamos una unión más perfecta. Somos un buen pueblo que, durante siglos de tormentas y luchas en paz, sin guerra hemos avanzado tanto y todavía hay mucho por recorrer”.
Biden prometió seguir adelante con celeridad y urgencia porque es mucho lo que se tiene que hacer “en este invierno de peligros y enormes posibilidades”. Ahora hay mucho que reparar, que restaurar, que sanar, que construir y que ganar”, afirmó.
COVID-19, DEMANDA RACIAL Y CAMBIO CLIMÁTICO
El presidente aseguró que poca gente en la historia de su nación ha enfrentado un reto más fuerte y difícil que el que tienen en este momento, un virus que ha cobrado tantas vidas en un año como las que perdió Estados Unidos en toda la Segunda Guerra Mundial.
Biden pidió una oración en silencio por la muerte de 400,000 personas en Estados Unidos a causa de la pandemia por COVID-19.
Inmediatamente después llegó el momento de la demanda de igualdad racial que data desde hace 400 años y “mueve al sueño de la justicia para todos”, y Biden prometió que no será un tema que se quedará rezagado.
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También se refirió al cambio climático y se comprometió a hacerle justicia a la demanda del planeta a sobrevivir porque, dijo, “es un llamamiento que no puede ser más desesperado y urgente que ahora”.
El presidente pidió a los estadounidenses la unión para superar los desafíos extraordinarios que enfrenta la nación.
“Para superar estos desafíos, restaurar el alma y asegurar el futuro de Estados Unidos, se requiere mucho más que palabras y se requiere la más elusiva de todas las cosas en una democracia, la unidad”, expresó Biden.
Continuó: “Uniéndonos para luchar contra los enemigos que enfrentamos. Ira, resentimiento y odio, extremismo, anarquía, violencia, enfermedad, desempleo y desesperanza. Con unidad podemos hacer grandes cosas, cosas importantes”.
El presidente Biden dijo que las fuerzas que dividen a ese país son profundas y reales. “Pero también sé que no son nuevas. Nuestra historia ha sido una lucha constante entre el ideal estadounidense de que todos somos creados iguales, y la dura y fea realidad de que el racismo, el nativismo, el miedo y la demonización nos han desgarrado durante mucho tiempo”.
Sin embargo, recordó que, en la historia de Estados Unidos, en eventos como la Guerra Civil, la Gran Depresión, las dos guerras mundiales y los ataques del 11 de septiembre de 2001, “nuestros mejores ángeles siempre han prevalecido”.
LA POLÍTICA NO DEBE SER UN INCENDIO QUE DESTRUYA
Biden aseguró que será un “presidente para todos los estadounidenses”, incluidos aquellos que no simpatizan con él y tampoco apoyaron su campaña.
“Lucharé con la misma fuerza por aquellos que no me apoyaron como por aquellos que lo hicieron”.
A quienes apoyaron su campaña, expresó: “Me siento honrado por la fe que depositaron en nosotros. Para todos los que no nos apoyaron, permítanme decir esto. Escúchenme mientras avanzamos. Desde mi corazón: si todavía no estás de acuerdo, que así sea. Eso es democracia. Eso es Estados Unidos. El derecho a disentir pacíficamente dentro de las barreras de nuestra república es quizá la mayor fortaleza de esta nación. Sin embargo, escúchame claramente. El desacuerdo no debe llevar a la desunión. Y les prometo esto. Seré un presidente para todos los estadounidenses. Todos los estadounidenses”.
Biden también pidió un nuevo comienzo a medida que el país experimenta “un momento histórico de crisis y desafío”.
“Porque sin unidad no hay paz, solo amargura y furia. No hay progreso, solo indignación agotadora. No hay nación, solo un estado de caos. Este es nuestro momento histórico de crisis y desafío, y la unidad es el camino a seguir”.
A su vez, dijo de manera enfática que “la política no debe ser un incendio que destruya nuestro camino. Debemos rechazar la cultura de los hechos manipulados y fabricados”.
Por lo que pidió a sus conciudadanos ser diferentes. Estados Unidos tiene que ser mejor que esto. Y creo que Estados Unidos es mucho mejor que esto, dijo.
“Juntos, escribiremos una historia estadounidense. De esperanza, no de miedo. De unidad, no de división. De luz, no de oscuridad”, pronunció Biden.
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PREPARACIÓN DEL DISCURSO
Joe Biden tuvo 72 días para preparar el discurso que pronunció este miércoles, en todo ese tiempo tuvo una serie de correcciones, notas agregadas y líneas eliminadas, todo ello supervisado por Mike Donilon, su asesor.
Donilon se encargó de revisar y dar seguimiento al proceso de redacción junto con Vinay Reddy, el redactor jefe de discursos del ahora presidente de Estados Unidos.
Jon Meacham, el historiador y biógrafo presidencial, también colaboró para dar forma al discurso inaugural.
LA BIBLIA FAMILIAR
“Juro solemnemente que desempeñaré fielmente el cargo de presidente de Estados Unidos, y lo haré lo mejor que pueda, preservar, proteger y defender la Constitución de los Estados Unidos”, pronunció el presidente Joe Biden este miércoles 20 de enero.
Joe Biden juró su cargo con una Biblia de 13 centímetros de ancho que ha pertenecido a su familia desde 1893.
Esta fue la misma Biblia que usó como vicepresidente en las ceremonias del presidente Obama.
Su hijo Beau, fallecido en 2015, también la utilizó para su propia ceremonia de juramento como fiscal general de Delaware.
LOS INVITADOS
Durante el acto de investidura de Joe Biden solo hubo 1,000 invitados, contrario a otras ocasiones cuando 200,000 han ocupado los asientos de honor.
Además de los legisladores estadounidenses también asistieron los expresidentes Barack Obama, George W. Bush y Bill Clinton junto a sus respectivas esposas, Michelle Obama, Laura Bush y Hillary Clinton.
El vicepresidente saliente, Mike Pence, asistió también a la ceremonia acompañado de su esposa, Karen Pence, y el demócrata Bernie Sanders también estuvo presente.
En su primer tuit como presidente de Estados Unidos, Biden escribió que “no hay tiempo que perder cuando se trata de abordar las crisis a las que nos enfrentamos. Por eso hoy me dirijo a la Oficina Oval para ponerme manos a la obra y ofrecer acciones audaces y alivio inmediato para las familias estadounidenses”. N