ALREDEDOR del mundo las legislaciones sobre la interrupción voluntaria del embarazo varían; aunque algunas naciones lo aceptan las restricciones son varias.
EL ACCESO RESTRINGIDO
En numerosos países, el aborto está sometido a condiciones muy restrictivas, es decir, que solo puede practicarse en caso de peligro para la vida de la madre. Esto sucede en países como como Paraguay, Venezuela, Costa de Marfil, Libia, Uganda, Sudán del Sur, Irak, Líbano, Siria, Afganistán, Yemen, Bangladés, Birmania y Sri Lanka.
En Brasil, el acceso al aborto también es limitado: se permite en caso de violación, riesgo para la madre o grave malformación del feto.
En 2017, Chile puso fin a cerca de 30 años de prohibición total de la interrupción legal del embarazo. Ahora se permite en caso de riesgo para la vida de la madre, violación e inviabilidad fetal.
En Polonia, el Tribunal Constitucional restringió en octubre pasado el derecho al aborto. La decisión de la alta corte prohíbe practicarlo incluso en casos de grave malformación del feto. Solamente se permite en tres casos: violación, incesto y peligro del embarazo para la vida de la madre.
PROHIBICIÓN TOTAL
El Salvador adoptó en 1998 una legislación drástica que prohíbe el aborto en cualquier circunstancia, incluso cuando el embarazo pone en peligro la vida de la madre.
En el país centroamericano, el aborto se castiga con prisión de dos a ocho años, sin embargo, después de las 22 semanas de embarazo, puede ser considerado como un homicidio agravado y condenarse con penas de entre 30 y 50 años de prisión.
De acuerdo con informes de organizaciones defensoras de derechos humanos, alrededor de 20 mujeres en ese país están en prisión por dicha ley.
Malta, donde el catolicismo es la religión de Estado, es el único país de la Unión Europea que prohíbe totalmente la interrupción voluntaria del embarazo. En caso de incumplir la ley, la condena puede ser de 18 meses a tres años de cárcel.
En el resto del mundo, el aborto está prohibido en una quincena de países: Congo, Yibuti, Egipto, Guinea-Bisáu, Madagascar, República Democrática del Congo y Senegal, en África; Honduras, Nicaragua, Surinam, Haití y República Dominicana, en América; Filipinas y Laos, en Asia; y Palaos, en Oceanía.
UN DERECHO RECIENTE
Las mujeres de Europa, América del Norte y Oceanía son, de forma general, las que gozan de las legislaciones más permisivas, aprobadas en algunos casos muy recientemente.
En Argentina, el texto que autoriza la interrupción legal del embarazo hasta 14 semanas de embarazo fue aprobado este miércoles. Hasta el momento, el aborto estaba autorizado en caso de violación o de peligro para la vida de la madre, según una ley de 1921. Un anterior intento de legalización había sido rechazado por el Senado en 2018.
Nueva Zelanda despenalizó el aborto en marzo de 2020. Hasta esa fecha, se castigaba con hasta 14 años de cárcel, aunque esa condena, meramente teórica, nunca se aplicó.
En Australia, el estado de Queensland legalizó el aborto en octubre de 2018 y, sólo Nueva Gales del Sur, el estado más poblado del país, sigue prohibiendo el aborto.
En Corea del Sur, la mayor jurisdicción del país ordenó, en abril de 2019, levantar la prohibición del aborto, considerada anticonstitucional, y pidió una evaluación de la legislación en el país asiático. Hasta la fecha, se permite abortar en caso de violación, incesto o amenaza para la salud de la madre.
El gobierno surcoreano presentó en octubre un proyecto de ley para autorizar la interrupción legal del embarazo hasta la semana 14 de embarazo.
En Irlanda, el aborto se legalizó en septiembre de 2018 tras un referéndum histórico en el que se derogó la prohibición constitucional de la IVE en el país católico.
Irlanda del Norte, única región de Reino Unido donde el aborto estaba prohibido, también lo autorizó en octubre de 2019.
En Estados Unidos, donde el aborto está permitido desde una sentencia de la Corte Suprema de 1973, el debate sobre su autorización se reabrió durante la campaña presidencial. El presidente electo, el demócrata Joe Biden, prometió perpetuar el derecho a la interrupción legal del embarazo, llevando al Congreso a fijarlo en una ley.
En Francia, los diputados adoptaron a principios de octubre la extensión del plazo legal para abortar de 12 a 14 semanas de embarazo. El texto será examinado por el Senado a partir del 20 de enero de 2021