Un grupo de abogados designados para identificar a las familias de migrantes que fueron separadas por el gobierno de Trump afirmaron que no han localizado a los padres de 545 niños.
De acuerdo con información publicada por el portal de NBC News, aproximadamente dos tercios de esos padres fueron deportados a Centroamérica sin sus hijos.
La organización Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU, por sus siglas en inglés) dijo que junto con otros bufetes de abogados se ha dedicado a buscar a las familias de migrantes afectadas por el programa piloto para separar familias de la administración de Trump.
“Es fundamental averiguar tanto como sea posible sobre quién fue responsable de esta horrible práctica sin perder de vista el hecho de que cientos de familias aún no han sido localizadas y permanecen separadas”, dijo Lee Gelernt, subdirector del proyecto de Derechos de los Inmigrantes de la ACLU.
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“Tolerancia cero”
En abril de 2018, el gobierno de Estados Unidos dio a conocer su política de inmigración de “tolerancia cero”. Como parte de esta política, familias de migrantes fueron separadas por la fuerza en la frontera entre México y Estados Unidos.
Según el grupo Justice in Motion, muchos niños no pudieron comunicarse con sus padres durante semanas o meses mientras que sus padres fueron encarcelados y presionados por el sistema judicial que les negó una oportunidad justa para explicar si huían de la persecución y necesitaban protección en Estados Unidos.
Debido a esto, muchos firmaron papeles de “salida voluntaria” creyendo que era la única manera en la que verían a sus hijos. Como consecuencia de esto, más de 400 padres fueron deportados sin sus hijos.
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Por ello, una orden judicial ordenó que la administración de Trump reuniera a las familias separadas por el programa de tolerancia cero.
Fue así que la ACLU y otras organizaciones designadas por la corte se enteraron de la separación de familias y han tratado de contactar a los padres de más de 550 niños.
Según lo publicado en NBC News, el grupo Justice in Motion dijo que “es un proceso arduo que requiere mucho tiempo. Durante la pandemia, nuestro equipo de defensores de derechos humanos está tomando medidas especiales para proteger su propia seguridad y protección, así como la de los padres y sus comunidades ”.
