Hace medio año, el 11 de marzo de 2020, la Organización Mundial de la Salud (OMS) calificó la epidemia del COVID-19 como “pandemia” y manifestó que el nuevo coronavirus podía ser “controlado”.
En ese entonces oficialmente se habían contagiado más de 120,000 personas y registrado 4,200 muertos, principalmente en China, en la región de Wuhan.
Seis meses más tarde, al 10 de septiembre, el balance es impresionante: se han registrado 28 millones de contagios en el mundo, y 900,000 muertos, según un recuento realizado por AFP con base en datos oficiales.
Detectado en Wuhan a fines de diciembre, el Sars-CoV-2 emprendió un viaje acelerado a la sombra de la globalización.
El 11 de marzo, cuando se declaró la pandemia, el virus circulaba ya en los cinco continentes, pero más de dos tercios de los casos registrados desde el inicio de la epidemia se encontraban en Asia.
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Pero fue en Europa donde el virus se propagó con mayor rapidez: la segunda quincena de marzo, más del 80 por ciento de los nuevos casos mundiales fueron detectados en este continente.
Europa conoció su “peor” semana del 10 al 16 de abril (282,763 nuevos casos en siete días y 27,447 muertes).
El epicentro de la pandemia se desplazó luego a Estados Unidos, después a América Latina y el Caribe. En Estados Unidos, luego de Nueva York, los estados se enfrentaron uno tras otro a una “primera ola” que parece no querer bajar y el país llegó a registrar más de 470,000 casos en una semana a fines de julio.
América Latina experimentó un fuerte incremento de casos y muertos a partir de junio, pues registró alrededor de la mitad de las nuevas muertes durante todo el verano, hasta convertirse hoy en la región del mundo más afectada, con más de 300,000 muertos y cerca de 8 millones de infectados.
Oriente Medio (1 millón 625,285 casos, 39,038 muertes), África (1 millón 323,325, 31,893) y Oceanía (30,306, 841) siguen siendo los menos afectados, según cifras oficialmente registradas, pero la epidemia empieza a crecer en Asia, con un promedio 80,000 nuevos casos declarados diariamente, especialmente en India.
RUMBO A LA ESTABILIDAD DE LA PANDEMIA
Globalmente, el ritmo de la pandemia parece haberse estabilizado desde mediados de agosto, con alrededor de 260,000 casos y 5,500 muertos declarados diariamente a escala mundial.
Pero las disparidades entre regiones y países perduran, hasta al punto de que algunos temen la llegada de una segunda ola.
India (4 millones 465,863 casos, 75,062 muertos), Estados Unidos (6 millones 363,276, 190,873) y Brasil (4 millones 197,889, 128,539) contabilizan más de la mitad de casos declarados. Con México (647,507, 69,095), registran también la mitad de las muertes mundiales.
Israel superó el fin de semana pasado el umbral de los 1,000 muertos, triplicando así el número de fallecidos por coronavirus durante los meses de verano.
España rebasó el lunes el medio millón de infecciones. En Francia, país que hace más pruebas que al inicio de la pandemia, preocupa a las autoridades el número de nuevos casos registrados diariamente (ahora más de 7,000, o sea, un aumento de 30 por ciento de nuevos casos en una semana).
En Oriente Medio, Irán sigue registrando alrededor de 2,000 nuevos casos diarios, y en África, Marruecos observa un alza casi constante desde mediados de julio (más de 1,700 registrados diariamente en promedio en los siete últimos días, es decir, un alza de 30 por ciento con relación a la semana anterior).
Por el contrario, algunos países no han registrado ya nuevos casos desde hace varias semanas, como Macao y Laos, en Asia, o el pequeño archipiélago de Palaos en Oceanía.
China no ha anunciado oficialmente ninguna nueva muerte desde mediados de mayo y registra diariamente solo unas diez nuevas infecciones.
El Vaticano es una excepción en Europa con solo 12 infecciones declaradas, la última a comienzos de mayo.
Unos pocos países en el mundo aseguran haber escapado a la pandemia, entre ellos, Turkmenistán —que enfrenta sin embargo, según la OMS, un incremento preocupante de casos de neumonía—, Corea del Norte —que nunca confirmó un caso considerado “sospechoso” a fines de julio— y algunas islas aisladas del Pacífico.