En Puebla mujeres, activistas y feministas se unieron al movimiento de los integrantes de «Okupa, Casa de Refugio Ni Una Menos México» y realizaron una toma simbólica de las instalaciones de la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Puebla (CDH Puebla).
“Desde Puebla acuerpamos su lucha, su rabia, su indignación, respaldamos sus demandas y cada una de sus acciones emprendidas en exigencia de justicia y, desde aquí repudiamos cualquier tipo de discurso que las juzga desde una perspectiva privilegiada y machista”, fue el mensaje durante la toma que se realizó desde las 7:00 a.m.
“N-i u-n-a a-s-e-s-i-n-a-d-a m-á-s” fueron las letras color violeta que se colocaron a manera de tendedero en la puerta de la CDH Puebla, como parte de la clausura simbólica que tiene como fin señalar a las autoridades sobre su silencio que revictimiza a las madres e hijas de mujeres víctimas de feminicidio, así como de familiares de desaparecidos y de víctimas de violencia machista.
En las paredes se pegaron carteles con fotografías de Minerva Calderón (asesinada el 21 de marzo de 2017 en Puebla y pese a que el feminicida está plenamente identificado no ha sido detenido y la Fiscalía General de Estado no ha dado avances)
De Diana Celina González Hernández asesinada el 20 de diciembre de 2019 “Por Diana Celina…¡¡¡ Por Todas!!!”, “No hay paz sin justicia”, reclamaban en la cartulina.
“No perdonamos ni olvidamos”, fue la consigna que enmarcaban las hojas con las fotografías de Michel Vera, Eloisa Esther, Olga Nayeli, Ingrid Aremis, Aracely Vázquez y decenas más con las que fueron tapizadas las paredes del edificio del órgano, algunas de las 400 víctimas de feminicidio en la entidad, desde que se tipificó el delito en 2013.
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Gráficamente también se reclamó la desaparición de Nadia Guadalupe Morales Rosales en Puebla, África Quiroga Castro en Xicotepec, Oliva Cristina Camarillo Viveros en Tehuacán; Galilea Cruz Aguayo en Puebla y el de Alma Rosa Santos.
Natalia Hernández Arias del Centro de Análisis, Formación e Iniciativa Social (Cafis) explicó que la toma simbólica de la CDH señala la incompetencia de las autoridades poblanas y la violencia que desde las diversas instituciones del Estado se reproduce al deslegitimar las denuncias de las mujeres, no garantizar efectivamente las órdenes de protección a favor de las mujeres, abandonar a las víctimas, acumular carpetas de investigación sin investigación diligente y limitar el acceso a la justicia de mujeres indígenas, niñas o personas con diversidad funcional.
Recordaron los 228 casos de mujeres que continúan desaparecidas en el 2019, la ineficacia de las autoridades frente a los 46 probables feminicidios ocurridos entre enero y julio de 2020 y la violencia machista a la que se enfrentan cotidianamente las mujeres en el contexto poblano.
“Acuerpamos su lucha”
La toma de la CDH Puebla se mantuvo hasta el mediodía en la que manifestantes realizaron pronunciamientos y diversas intervenciones artísticas cada hora con la que respaldaron las acciones emprendidas por quienes mantienen ocupadas las instalaciones de la Comisión Nacional de Derechos Humanos en la Ciudad de México.
Y es que, como ha sido difundido por medios nacionales desde el pasado miércoles 2 de septiembre, la titular de la CNDH, Rosario Piedra Ibarra se reunió con Marcela Alemán, madre de una niña víctima de violación sexual y con Silvia Castillo, mamá de un joven asesinado — provenientes de San Luis Potosí— Piedra Ibarra les señaló errores en sus carpetas y les dijo que debían levantar una nueva denuncia.
Tanto Marcela como Silvia se negaron a salir de la sala de juntas. Reclamaron justicia por sus hijos e incluso Marcela se amarró a una silla para que no la sacaran.
Las dos madres pasaron la noche al interior de la CNDH, al difundirse, grupos feministas comenzaron a llegar a las instalaciones para apoyar la protesta.
El viernes por la mañana las colectivas entraron a las oficinas y desalojaron a todo el personal, desde entonces las instalaciones continuaron tomadas por grupos feministas y familiares de víctimas.
Durante las manifestaciones en la CNDH, las colectivas quemaron inmobiliario, realizaron pintas e intervinieron pinturas de varios personajes ilustres de la historia de México, entre ellas el de Francisco I. Madero del artista plástico José Manuel Núñez.
Entre las exigencias de los grupos feministas y de familiares de víctimas está que la CNDH emita una Recomendación General al gobierno federal, gobiernos estatales y fiscalías para que reconozcan públicamente la gravedad de la violencia de género y violencia feminicida en México, también piden la apertura de unidades especializadas en violencia de género y violencia feminicida.
Feministas poblanas informaron del hecho e hicieron un llamado a la ciudadanía para acompañar, defender y solidarizarse con la lucha de las víctimas, a quienes las autoridades abandonan con su desprecio e insensibilidad.
“La revolución de hoy tiene el rostro de todas las madres, familias y víctimas a las que el estado les ha fallado”, apuntaron.
Con información de Diario Puntual