Las autoridades españolas decidieron este viernes el cierre de bares y discotecas, así como la prohibición de fumar en la calle sin respetar la distancia de seguridad, como parte de nuevas medidas para contener el rebrote del coronavirus.
El ministro de Sanidad, Salvador Illa, presentó una serie de medidas que se aplicarán en todo el territorio, tras una reunión de emergencia de las autoridades sanitarias de todas las regiones de España, cada una de ellas con competencia en materia de salud.
Según ha precisado el ministro, se trata de medidas de “mínimos”, por lo que cada comunidad autónoma (o estado) podrá ampliar las restricciones si lo considera necesario, pero que el acuerdo “obliga” a todas las autonomías a su cumplimiento. Sin embargo, no hay “plazo establecido” para que éstas transpongan estas nuevas normas, aunque Illa ha avanzado que “lo van a hacer a la mayor brevedad”.
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España, uno de los países del mundo más golpeados por la pandemia, registró el jueves 3,000 nuevos casos en 24 horas.
Para luchar contra el rebrote, se cerrarán discotecas, bares nocturnos y salones de baile. Los restaurantes y otros bares deberán cerrar a la una de la mañana y no podrán recibir más clientes pasada medianoche.
Junto con estas medidas, de forma complementaria se ha acordado reforzar los controles para evitar el consumo de alcohol en vía pública que no esté autorizado, y se aplicarán las sanciones correspondientes.
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También se ha ordenado que, en hostelería, restauración, terrazas y bares/restaurantes de playa, tendrá que haber un metro y medio de distancia entre mesas, con 10 personas como máximo por grupo. Esta distancia también se tendrá que respetar en las barras. La mesa o agrupación de mesas que se utilicen para los grupos, además, deberán ser acordes al número de personas para respetar la distancia mínima interpersonal.
Estará prohibido fumar en la calle, salvo que se pueda mantener una distancia de seguridad de dos metros. Esta medida, que sigue las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), ya está en vigor en dos de las 17 regiones autonómicas, Galicia y las canarias.
En las residencias para ancianos, las visitas serán limitadas y los nuevos residentes deberán pasar un test de COVID-19 para su admisión.
Las regiones son invitadas a efectuar campañas de test en los grupos de población de riesgo y en los barrios y aglomeraciones particularmente afectados por la epidemia.
El ministro no indicó en lo inmediato la fecha de entrada en vigor de estas nuevas restricciones.
De acuerdo con el conteo que realiza la universidad Johns Hopkins, España tiene 337,334 casos confirmados de coronavirus y 28,605 muertes.
Con información de Europa Press y AFP.