La autorización de uso de emergencia para tratar a pacientes de Estados Unidos enfermos de COVID-19 con hidroxicloroquina, un medicamento contra el paludismo que cobró fama durante la pandemia, fue revocado este lunes dado que las autoridades concluyeron que no hay pruebas de su efectividad.
La Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) revocó las autorizaciones de hidroxicloroquina y cloroquina por una solicitud de Gary Disbrow, director interino de la Autoridad de Investigación y Desarrollo Avanzado Biomédico (BARDA).
“La solicitud de revocación de hoy se basa en nueva información, incluidos los resultados de datos de ensayos clínicos, que han llevado a BARDA a concluir que este medicamento puede no ser efectivo para tratar COVID-19 [enfermedad de coronavirus 2019] y que los beneficios potenciales del medicamento para tal uso no superan sus riesgos conocidos y potenciales”, detalla el texto.
Lee más: La OMS devuelve la confianza a la hidroxicloroquina tras sospechas sobre artículo científico
De acuerdo con la FDA, las observaciones de la disminución de la eliminación del virus con el tratamiento de dichas sustancias no se han replicado de manera sistemática y los datos recientes de un ensayo controlado aleatorio que evalúa la probabilidad de conversión negativa no mostraron diferencias entre la hidroxicloroquina y la atención estándar sola.
La hidroxicloroquina ha estado en medio de la polémica desde que se empezó a probar para tratar a pacientes enfermos de COVID-19.
El escándalo más reciente surgió cuando publicó en la revista científica The Lancet un estudio que relataba los efectos secundarios del medicamento y cuestionaba su eficacia. El artículo llevó a la cancelación de ensayos clínicos liderados por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y de otros países como Francia y Colombia.
Entérate: Principal epidemiólogo de EU contradice a Trump y dice no a la hidroxicloroquina contra el COVID-19
Sin embargo, días después los autores se retractaron de su trabajo y emitieron disculpas, diciendo que ya no podían responder por sus datos después que la firma que los suministró, Surgisphere, se negó a ser auditada.
El medicamento ha sido promovido por el presidente estadounidense, Donald Trump, que dijo que lo utilizaba como medida de prevención contra el coronavirus.