Desde el inicio de la emergencia sanitaria, las ventas del pequeño comercio se han reducido un 45%, aunado a las altas tarifas de energía eléctrica que está dejando por los suelos a este sector, expresó Jorge Cardeña Licona, presidente de la Cámara Nacional de Comercio en Pequeño (Canacope) Yucatán, que cuenta con 1,000 agremiados en el estado.
Indicó que los principales consumidores de este sector son los obreros y albañiles, quienes lamentablemente ya no tienen trabajo, y que si antes compraban 50 pesos, ahora solo gastan 10 o ya no compran,
Pero, añadió que lo que más va a perjudicar, son las tarifas de luz, pues al ser el refresco la venta más fuerte, no se puede desconectar a los refrigeradores.
“Estando en aislamiento, con las altas temperaturas, los ventiladores y el uso del refrigerador, el costo de la energía eléctrica se va a disparar; es obvio que se va a consumir mucho más de los 400 kw, que puso como límite el Gobierno del Estado para recibir el apoyo, y si eres un pequeño comerciante al mantener las neveras de refrescos y carnes frías, todo eso nos deja por los suelos”, reiteró.
“Es una burla, porque con este calor, nadie te consume menos de 400 kw, eso es para la gente de los pueblos que apenas ocupa dos focos, que no tiene refrigerador, para ellos va a ser el beneficio, pero el 80% de la ciudadanía en general no va a gozar de ese apoyo”, lamentó.
El líder de los agremiados del pequeño comercio, manifestó que las pocas ganancias que tengan los agremiados, serán para el pago de luz, “aunado a que en las primeras semanas de mayo ya se tiene que hacer la declaración fiscal; al menos Hacienda nos dio chance de dos meses más sin recargos”.
Cardeña Licona mencionó que la Canacope supervisa que todos los agremiados cumplan con el uso de cubreboca, la sana distancia y el gel antibacterial, “pero al ser muchos, han implementado trabajar a puerta cerrada y atender de uno en uno, aunque tengan que esperar las personas, así se está trabajando en un 80% de las tiendas”.
Aclaró que estos pequeños comercios son atendidos principalmente por una familia y muy pocos tienen empleados, por lo que no se han registrado despidos de personal; sin embargo, “al menos un 30% han tenido que cerrar por ser personas de la tercera edad quienes viven de este comercio, han preferido cerrar y no arriesgarse al contagio por unos centavos; en su momento la Canacope ayudará a levantarse a sus agremiados”.