El primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, anunció este viernes que todos los solicitantes de asilo que lleguen a la frontera canadiense serán deportados debido a las medidas puestas en marcha para evitar la propagación del coronavirus.
La medida entrará en vigor esta media noche, así como el cierre de la frontera común con Estados Unidos, una directriz que se prolongará, como mínimo, hasta el próximo 20 de abril, según ha informado este viernes el Departamento de Seguridad Nacional estadounidense.
Trudeau ha descrito las medidas como parte de una respuesta “sin precedentes pero necesaria” ante una emergencia que ha comparado con la Gran Depresión y tiempos de guerra, según informaciones de la cadena de televisión CBC.
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La pandemia de coronavirus ha dejado por el momento nueve muertos y 846 casos en el país norteamericano, por lo que las autoridades sanitarias han pedido a la población que trabaje desde casa en la medida de lo posible, mantenga la cuarentena si presenta síntomas y guarde una cierta “distancia social”.
“Sabemos que siempre hay algo más que hacer e invitamos a la gente a permanecer en casa no solo para protegerse a sí mismo sino a los demás también”, ha aseverado.
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En este sentido, ha afirmado que la medida ha sido tomada para “mantener el orden y la seguridad en la frontera” y ha reiterado que se trata de algo “temporal”.
Como ya anticipó esta semana Trudeau, las restricciones, declaradas por la pandemia de coronavirus, no afectarán ni al tráfico aéreo ni al de mercancías, pero sí a los desplazamientos por ferry y ferrocarril.
El Gobierno canadiense estima que unas 200.000 personas pasan de uno a otro país diariamente en una de las mayores fronteras del continente.
