A través de un comunicado, el Obispado de Aguascalientes dio a conocer una serie de medidas que se adoptarán en las parroquias y templos para evitar la propagación del coronavirus COVID-19, luego de que a nivel local el obispo de la Diócesis de Aguascalientes, José María de la Torre Martín, decidiera no acatar la disposición de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) de suspender las misas dominicales.
Entre las acciones que se recomienda aplicar durante las celebraciones religiosas destaca el exhorto para que personas mayores de 60 años de edad, personas con enfermedades crónico-degenerativas, mamás gestantes o lactando, no acudan a las misas dominicales.
De igual modo, se solicita a los sacerdotes que presenten algún síntoma de enfermedad que no celebren la misa.
En el caso del saludo de la paz, se solicita no mantener contacto físico, sino únicamente con una leve reverencia. No obstante, en el caso de la eucaristía, se seguirá llevando a cabo de la manera ordinaria, es decir, con la ostia en la boca del comulgante, a excepción de aquéllos que prefieran recibirla en la mano.
Para las misas de confirmaciones y de primeras comuniones, el Obispado de Aguascalientes pide que sean aplazadas “hasta que los tiempos mejores lo recomienden”, a fin de evitar grandes concentraciones de personas.
Asimismo, se indica que la realización de la Semana Santa estará sujeta al comportamiento de la contingencia sanitaria, quedando suspendido por el momento los viacrucis vivientes o escenificados, aunque podrían realizarse al interior de los templos bajos las medidas preventivas necesarias.
Otra de las actividades que se suspenderá por la cantidad de personas que contemplaba es la Marcha por la Vida, que estaba agendada para el sábado 28 de marzo.
¿Qué sucederá con los sacramentos?
La circular añade que en el caso de los sacramentos de la Iglesia se deberán realizar bajo ciertas condiciones de sanidad para evitar el contagio de coronavirus.
En el caso de la confesión, este sacramento se podrá realizar fuera del confesionario y a una distancia prudente, pero garantizando la privacidad del penitente y el párroco.
Para los bautizos, la Iglesia recomienda que sean aplazados a tiempos más prudentes, aunque la decisión dependerá de cada párroco. En caso de realizarse, se deberán acatar todas las medidas de prevención, especialmente aquéllas hacia los bebés y los niños.
Por otra parte, la catequesis infantil también entrará en receso, tal y como sucede en el calendario escolar. Los ejercicios espirituales se realizarán si el párroco lo considera pertinente, y en caso de ser así, se deberán tomar las medidas preventivas correspondientes.
En tanto que las pascuas juveniles y de adolescentes quedan suprimidas en su forma presencial, agendándose hasta que cese la contingencia sanitaria.